jueves, 5 de abril de 2012

ENTREVISTA - Marcelo Toledo, orfebre: El hombre que recreó las joyas de Evita

Foto: Soledad QuirogaEntrar en el taller de Marcelo Toledo después de haber visto su obra resulta impactante. Es muy fácil preguntarse cómo es posible realizar trabajos tan delicados, como los detalles sutiles de un collar de brillantes o los ornamentos mínimos de un anillo, con herramientas tan toscas como martillos y cinceles. Pero ahí está su colección de joyas y piezas inspiradas en Eva Perón, para demostrar que no se trata de un truco. Toledo es un orfebre reconocido, un artista dedicado a hacer joyas de autor, que desde hace un tiempo se decidió a recrear las famosas piezas que Evita usó en sus años como Primera Dama. Un trabajo complejo que le ha permitido recorrer el mundo y participar de la puesta en escena del famoso musical Evita, que se estrenó ayer en el teatro más importante de Broadway, en la ciudad de Nueva York, protagonizada por la actriz y cantante argentina Elena Roger y la estrella pop Ricky Martin en el rol del Che Guevara. “En realidad ya venía pensando en realizar algo que fuera icónico o tuviese como inspiración a algún personaje. Además quería que tuviera una raíz nacional, no quería hacer algo sobre Marilyn Monroe”, dice Toledo, “y de hecho la primera figura que se me ocurrió fue Evita, porque es un personaje fuerte que me servía como carta de presentación.”

-¿Nunca dudaste de esa elección?
-En algún momento tuve el temor de trabajar con un personaje tan político. Hasta que en 2006 vi en Londres la ópera Evita: ahí me di cuenta de que lo político era un punto más dentro de la vida de una mujer capaz de traspasar cualquier frontera. Todos sabemos lo que significa desde lo político, pero además fue un ícono de la moda, vestida por los más destacados diseñadores de su época.
-Además el perfil político de Evita es mucho más fuerte para los argentinos que en el resto del mundo.
-Pero si hablás de Evita en todas partes saben quién fue: una primera dama con un gran interés y una vocación política fuerte. Pero al mismo tiempo es un ícono que trasciende el espacio político hasta convertirse en representante de una época en nuestra sociedad y nuestra cultura.
-¿Cuántas piezas llevás hechas desde que viste el musical aquella?
-No tengo idea, pero mi colección personal completa tiene alrededor de 200 piezas, que incluye joyas, reinterpretaciones en metal de la figura de Evita o de la gráfica peronista de la época, como estampillas, billetes, etc. Ahora estamos haciendo un trabajo junto a la Casa de la Moneda sobre un billete que nunca se llegó a imprimir, que tenía la cara de Evita. Es interesante porque se trata de una imagen nunca vista.
-¿Cómo llegás hasta la puesta del musical en Broadway? Porque con tu muestra has estado en Rusia o en China, pero este es un salto importante
-Sí, porque excede a mi profesión. Que yo pueda exponer la muestra en museos de todas partes del mundo, tiene que ver con mi arte, pero Broadway es otra cosa. Llegué básicamente porque lo busqué. Yo había visto a Elena Roger haciendo Evita en Londres y aunque no éramos amigos habíamos intercambiado algunos correos. Cuando se confirma que va a protagonizar el musical en Broadway, le escribí para saber si era cierto y decirle que me interesaba contactar al productor. Eso fue hace dos años.
-Además de participar dentro de la puesta en escena, ¿tendrás la posibilidad de exponer tu colección en Nueva York?
-Sí. El musical se realiza en el teatro Marriot Marquis, que es el más importante de Broadway, y está adentro del hotel del mismo nombre. Ahí mismo vamos a hacer una exposición de unas 70 piezas, en el área pública del hotel, para que la gente pueda verla más allá de que asistan a o no a la obra.
-Recorriste el mundo a partir de tu trabajo sobre Evita. ¿Cómo te sentís con eso?
-Me sorprendo cada día, porque siento que cada año la colección crece y genera nuevos proyectos. Por ejemplo, a fin de año el Museo Evita me ha pedido reponer la colección, porque en su momento tuvo un éxito enorme. Y para que sea más impactante que la primera vez, la idea es poner cada joya junto a los vestidos originales que Evita usó en ese momento. No es habitual que un museo decida mezclar en una muestra patrimonio histórico con obras de un artista contemporáneo. Para mí como artista, eso es un orgullo muy fuerte.


Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.

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