Nieva en Buenos Aires. Un manto de livianos copos blancos lo va tapizando todo, esparciendo en el aire la muerte invisible. Menos debido a la suerte que al carácter obsesivo de alguno de sus protagonistas, un grupo consigue salvar la vida esa noche, e intentará a toda costa sobrevivir en una ciudad cada vez más vacía, en la que sin embargo la vida humana dará su batalla final. Personaje creado por el guionista Héctor Germán Oesterheld junto al dibujante Francisco Solano López, El Eternauta, fiel a su destino de asumido navegante de la eternidad, nunca dejó de crecer y de entregar nuevas aventuras que, de a poco, han ido modificando, completando y enriqueciendo la potente e inigualable historia original. El relato es bien conocido: publicada por primera vez en 1957 en el semanario Hora Cero, la historieta fue volviéndose cada vez más popular, hasta convertirse con el tiempo en un personaje fundamental de la mitología nacional. El cuento de aquel grupo de personas aisladas en una casa en los suburbios, que de a poco van tomando conciencia de su propio destino, de la necesidad de convertirse en la resistencia de un mundo tomado por otros, llegó a ser considerado como un panfleto subversivo por los responsables de la gran masacre desatada durante la última dictadura militar que gobernó el país, y que costó la vida de al menos 30 mil personas. Entre ellas, la de Héctor Germán Oesterheld. Luego de que pasaran 53 años de aquella primera aparición , un nuevo ciclo se cierra en el universo Eternauta.
Se trata de los tres fascículos que componen “El fin del mundo”, el episodio final de “El regreso”, la última historia creada por el propio Solano López en torno a los personajes originales de la serie. Los tres fascículos serán presentados esta tarde a las 19 en la librería Libros del Pasaje, Thames 1762, como parte de las actividades que componen el megaevento Viñetas Sueltas (o Suelta de Viñetas), que se lleva a cabo en distintos espacios de Buenos Aires hasta el día 2 de octubre. Aunque se considera a “El regreso” como el cuarto libro de El Eternauta, el propio Solano López ha dicho que en realidad él lo ve como “el segundo, por eso se llama ‘El regreso’. Es el regreso del Eternauta de la primera aventura. Es decir, de El Eternauta que se publicó entre 1957 y 1959” en Hora Cero. Con dibujos de Solano López y guión de Pablo Maiztegui (POL, también autor de “El mundo arrepentido”, tercer libro que sigue en orden cronológico al original y a la segunda parte escrita por el mismo Oesterheld y dibujada por Solano López en diciembre de 1976), la historia de “El regreso” se inició en el año 2001 y se encontraba incompleta desde mediados del año 2006, cuando se había editado el fascículo nº 17 de la serie, que ahora al fin se cierra con estos tres que completan un total de veinte. El primero de ellos se encontrará disponible en kioscos y librerías a partir de la semana que viene.
Los verdaderos héroes son aquellos que se convierten en tales sin proponérselo; con palabras parecidas a estas, el escritor e historietista Juan Sasturain definió la creación de Oesterheld y Solano López, durante el reciente Congreso Nacional de Cultura realizado en la ciudad de San Juan. Parte innegable del patrimonio cultural de la Argentina, El Eternauta y su protagonista Juan Salvo todavía recorren las calles de Buenos Aires, siguiendo su camino sin fin hacia la libertad.
El regreso, contado por Solano López
“Para mí es ‘El Regreso’ la verdadera continuación de la saga. Engancha en cada uno de los puntos que quedaron sueltos o pendientes en la primera parte y se retoman para darle sentido a una nueva aventura. (…) Ya en las primeras páginas aparece una chica rubia, de veinte años más o menos, que tiene una pesadilla recurrente. En sus sueños, la joven ve al Eternauta que se le acerca, con un fondo de cielo oscuro (…) No sabe quien puede ser exactamente ese extraño ser.”
“Esa rubiecita, es nada menos que Martita. La hija de Juan Salvo ha pasado por un período de hibernación y de reanimación por parte de los Manos. Luego se encadenan una serie de circunstancias que van a llevarla a un grupo de resistencia organizado por Favalli. (…) Después de haber sido colaborador y científico de los invasores durante un tiempo, Favalli se libera y escapa. Reacciona y forma un grupo de resistencia a donde va a parar Martita. Ahí es donde se llevan a cabo (…) los preparativos que permitirán el regreso de Juan Salvo a la Tierra. Cuando él vuelve, es el padre desaparecido que viene a encontrarse con su hija y la hija no lo reconoce.
“Aunque la historia tiene un poco que ver con la situación política de nuestro país, no estamos haciendo un panfleto, como hizo Oesterheld con la segunda parte o la que hizo con Breccia… Estamos echando una mirada sobre la actualidad, basados en una metáfora explícita: el país invadido por extraterrestres que son en realidad las finanzas internacionales.”
“Tengo en mente otros proyectos, nuevas historias… Las aventuras de Juan Salvo no terminan acá.”
* Texto de Francisco Solano López incluido en Solano López en primera persona (Ancares Editora, 2006)
Artículo publicado originalmente en la sección Cultur del diario Tiempo Argentino.
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