viernes, 27 de febrero de 2015

POESÍA - Ciclo Poesía en la terraza, en el Centro Cultural de la Memoria: Sostener las voces poéticas

El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti será escenario del ciclo de lectura Poesía en la terraza, del que participarán integrantes de distintas generaciones de la poesía argentina. A partir de hoy y durante tres viernes consecutivos, diferentes poetas compartirán con el público la lectura de sus propios textos, tratando de aprovechar las últimas tardecitas de verano en la terraza del Conti.
Mariano Blatt, Natalia Romero, Osvaldo Bossi y Juan Diego Incardona serán los encargados de abrir el ciclo esta tarde. Las actividades continuarán el próximo 6 de marzo, con la participación de Vanina Colagiovanni, Jonás Gómez, Goyeneche y Mara Pedrazzoli, para concluir el viernes 13 cuando se presenten ante el público Jorge Boccanera, Rita González Hesaynes, Fernanda Laguna y Antolín. Para hablar acerca de la experiencia de leer poesía en público y de hacerlo nada menos que en un espacio con un enorme peso simbólico, como lo es el predio de la ex ESMA, Tiempo convocó a tres de las poetas que integran la nomina de lectores, una por cada uno de los viernes que durará esta nueva edición de Poesía en la Terraza.
"Los espacios siempre influyen", aclara Vanina Colagiovanni. "En este caso tiene que ver con llenar de vida un lugar tan vinculado a la violencia y a la muerte", agrega. Rita González Hesaynes coincide en que "el espacio es un factor importante", pero que no es el único que inside en el ánimo del poeta lector y menciona otros, como "el público que uno cree que puede llegar a asistir; el clima; el presente anímico; los pensamientos recientes". En oposición, Natalia Romero cree que los espacios no representan una influencia previa. "Suelo elegir los poemas a partir de lo que surge en el momento, la energía, mis ganas", agrega respecto del repertorio que leerá esta tarde. No es muy distinto lo que dice Hesaynes: "Elijo los textos lo más cerca posible de la lectura, porque busco algo que me haga vibrar en ese preciso instante." Colagiovanni en cambio tiene una idea más clara de lo que leerá cuando llegue su turno, el próximo viernes: "Son poemas que escribí en distintas etapas y que rodean una misma temática, las fiestas familiares: son mis poemas de navidad. Algunos están armados como si fueran cartas y uno de ellos transcurre en los años setenta."

–¿Qué papel juegan las lecturas públicas en un género tan poderoso pero marginado dentro de la industria editorial como la poesía?  
Rita González Hesaynes –Las lecturas públicas son el otro gran modo de transmisión de la poesía, además de la publicación. En un tiempo donde percibimos una marginación del género poético (aunque me atrevo a decir que esa marginación está en retroceso), las lecturas recuperan la dimensión oral que signó a la poesía desde su nacimiento y permite que cobren relevancia otros factores como la musicalidad y los juegos de sonido. 
Natalia Romero: –Justamente, la poesía sin sonido no es poesía, le falta una parte, que es la que recuperan las lecturas públicas. Conocí grandes poetas y me enamoré de ellos sin siquiera saber su nombre o sin haberlos leído, solo con la escucha. 
Vanina Colagiovanni –Es que la oralidad es fundamental para este género. Muchos poetas arrancamos leyendo en distintos espacios y a nivel personal muchos textos se testean, digamos, ahí. En mi caso, las lecturas han sido tan importantes y formativas como la lectura de un buen libro y, del mismo modo, me pasó de salir de una lectura fascinada por algo que escuché y ponerme a escribir al volver a casa.
–¿Qué les genera participar de una lectura dentro de ese espacio, teniendo en cuenta su historia?  
VC: –Fui por primera vez al Conti para un encuentro sobre Walter Benjamin y estaba atardeciendo. Entrar pensando en todo lo que había pasado en ese lugar fue muy fuerte y no hubo forma de despegarlo de todo lo que ví durante ese encuentro. Me parece que estas lecturas van a tener algo de este clima. 
 RGH: –A mí me genera sentimientos encontrados. Por un lado, la conmemoración de nuestra propia historia del horror y la solemnidad que el espacio refleja chocan un poco con la energía imaginativa que desatan muchas formas artísticas, entre ellas, buena parte de la poesía. 
NR: –Creo que es algo colectivo, una alegría conjunta, es sentir la transformación. En ese sentido habitar este espacio puede ser como un grito de libertad.  
–¿Es posible hacer dialogar a la poesía con ese horror histórico? 
VC: –La poesía está muy vinculada al relato de los horrores de la civilización. Benjamin decía que "todo documento de cultura es un documento de la barbarie". Y Paul Celan escribió afirmándose en la idea de que es imposible escribir poesía después de Auschwitz. 
RGH: –Quizás, la creación artística sea uno de los medios más poderosos de recuperar estas experiencias que pueden ser terribles o traumáticas bajo otra luz. 
NR: –La poesía y el horror dialogan casi todo el tiempo. La poesía es el ejercicio de quedarse en el horror hasta que se ilumina y se vuelve otra cosa.

Poesía en la terraza - Las charlas se realizan hoy y los viernes 6 y 13 de marzo a las 19 en el Conti, Libertador 8151. Entrada libre y gratuita.

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo.

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