domingo, 15 de febrero de 2015

DISCOS - "Metal Priestess", de Plasmátics: Una chica para rompernos el mundo

Hay una edad en la que necesitamos que nos peguen. No de manera literal, claro. No se trata de hacer desde acá la apología del “cachetazo a tiempo”, sino de evocar esa facilidad con que la inocencia adolescente nos permitía convertir cada descubrimiento en un impacto. En golpes de asombro que nos cargaran de energía para ir dándole forma a nuestro own private Idaho, a una idea personal de cómo debe ser el mundo. Si hoy quisiera confirmar cuáles eran las cosas que necesitaba incluir dentro de esa construcción a mis 16, 17 años, el disco Metal Priestess de los Plasmatics arrojaría bastante luz al respecto. A mediados de los ’80, cualquier mocoso con ansia y necesidad de rebelión juvenil se hubiera enamorado como yo de Wendy O. Williams. Su cuerpo retorciéndose en la tapa del disco, apenas cubierto por unos harapos de cuero negro que no hacían más que acentuar su desnudez, y una cresta perfecta de pelo rubio la convertían en una diosa que sugería la promesa de cumplir con cualquier deseo que se encontrara en el amplio rango que va de la libertad al libertinaje. Justo lo que yo soñaba a esa edad: una chica enojada pero sensible e inteligente, como Wendy, con la que rompernos el mundo a patadas.  

Columna publicada originalmente en el suplemento Cultura de Tiempo.

 

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