jueves, 31 de diciembre de 2020

CINE - La Internacional Cinéfila 2020: El año de la pandemia

Como ocurre desde ya hace mucho, sobre el final de cada año el crítico y programador Roger Koza invita a casi dos centenas de cineastas, críticos, productores, periodistas y programadores de todo el mundo a votar sus películas favoritas de la temporada. 

La convocatoria se realiza a través del sitio www.conlosojosabiertos.com. Ahí mismo pueden consultarse los votos de cada participante. 

A continuación comparto los míos.

Cinco películas por orden alfabético

Sound of Metal (Darius Marder)

Un baterista de heavy metal se queda sordo. En un año en el que la figura del fin del mundo se volvió más prosaica y presente que nunca, tal vez no exista otra metáfora tan atroz como poética para expresarla. ¿O acaso existe otro fin del mundo que no sea el propio? En esa tragedia también se cifra el retrato de una masculinidad que debe reconstruir desde cero su vínculo sensible con el entorno. Sound of Metal consigue, además, contar el drama de una vida desde el silencio, extrayendo de él una paleta expresiva inesperadamente generosa. 

Space Dogs (Elsa Kremser y Levin Peter)

Una pandilla de perros vagabundos deambulan por los suburbios moscovitas, recorriendo las mismas calles que 70 años atrás pisaron los primeros viajeros espaciales: otros perros callejeros de la capital rusa. Space Dogs puede ser vista como realismo sucio con perros o como una película de fantasmas caninos orbitando el planeta. Pero también como un estudio sobre el choque entre lo humano y lo animal; como un prodigioso documental de observación; o un trabajo virtuoso en el uso de la cámara, que le permite al espectador recorrer Moscú como si fuera un miembro más de esa barra de perros en busca de su destino. 

The Souvenir (Joanna Hogg)

En su capa más superficial, The Souvenir retrata a una joven aspirante a cineasta en los años ‘80 a través de las grietas que un primer amor turbulento va abriendo en ella. Una historia tormentosa y apasionada, cargada con iguales dosis de placer y dolor. Pero además es un ensayo sobre el cine construido a partir del diálogo que se produce entre el desarrollo de la trama y una serie de ideas dispersas que la película inyecta a través de distintos personajes. Una narración que apropia para el séptimo arte las cualidades estéticas del romanticismo decimonónico.

The Wolf of Snow Hollow (Jim Cummings)

Una de las virtudes del estadounidense Jim Cummings es la capacidad para traficar sus obsesiones a través del cine clásico. Como su trabajo anterior, Thunder Road (2018), The Wolf of Snow Hollow es un verdadero cóctel molotov de géneros que reúne comedia, terror, policial y drama familiar con una naturalidad que asombra. Con esas herramientas consigue poner en escena una instantánea de un modelo masculino que se encuentra en plena transformación y que necesita desesperadamente del auxilio femenino para encontrar el camino correcto. Contar todo eso a través de una historia de hombres lobo es un hallazgo lúcido y maravilloso.

Zurita, Verás no ver (Alejandra Carmona Connobbio)

El poeta chileno Raúl Zurita y su obra son a la vez objeto y sujeto de este documental, que recorre al artista como si se tratara de un paisaje. Como si Zurita llevara a su país trazado sobre el cuerpo. En él conviven el desierto de su piel curtida, la nostalgia marina de sus ojos húmedos y el brutal temblar de la tierra, que el Parkinson replica en esos espasmos que lo sacuden como si una mano gigante lo estrujara por dentro. No hay mejor avatar gráfico para sus versos, a la vez terribles y sublimes, que esa superposición entre cuerpo y geografía. 

Una ópera prima

A volta ao mundo quando tinhas 30 anos (Aya Koretzky)

El modelo de documental en el que un hijo redescubre a sus padres a través del montaje de material extraído del archivo familiar se ha convertido en un género por derecho propio. La portuguesa Aya Koretzky intenta encontrarse a sí misma en las fotos y en el diario que escribió su padre japonés durante un viaje alrededor del mundo que hizo cuando tenía la misma edad que ahora tiene la directora. Un juego de espejos en el que la memoria y las vivencias paternas se convierten en una herencia reclamada.

Una película argentina

Lluvia de jaulas (César González)

Una película de frontera filmada sobre un límite geográfico que también mantiene separadas en compartimentos casi estancos a las castas sociales. Un relato que César González aborda no como un observador ajeno, sino en primera persona, como miembro de esas comunidades a las que la miseria deja al otro lado del alambrado de la inclusión. En ese sentido, su figura es única en el cine argentino: un Pasolini que juega de local, capaz de ofrecer un retrato de clase tomado desde el centro de la pobreza. Un autorretrato, en realidad, que él ha sabido pintar valiéndose del espejo colectivo de la vida villera.

Una película que me acompañó durante la pandemia

 

The Entity (Sidney J. Fury)

La adolescencia me había dejado en la memoria la idea de que no podía haber una película más aterradora que El ente. Volver a verla no solo me lo confirmó, sino que además me reveló la audacia de un guión que, con el género del terror como herramienta, puso en escena con casi 40 años de anticipación muchas de las atrocidades que en la actualidad los movimientos feministas identifican como productos de un mundo regido por la ley del macho. De yapa, me permitió redescubrir el gran trabajo de Barbara Hershey en el papel protagónico. The horror… the horror. 

Artículo publicado originalmente como parte de la convocatoria La Internacional Cinéfila 2020, que todos los años lleva adelante el sitio Conlosojosabiertos.com.

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