lunes, 19 de septiembre de 2011

CINE - Terminó el 3º Festival Nacional de Cine y Video Río Negro Proyecta: Larga vida a Batato

La definición de la competencia Nacional del Festival de Cine de Río Negro resultó tan apasionante como prometía. Finalmente el jurado realizó el sábado una inédita deliberación pública para elegir un ganador. Sus integrantes, los críticos Juan Manuel Domínguez y Quintín, más el director José Campusano, expusieron en orden sus argumentos a favor y en contra de los diez títulos en competencia. Durante dos horas, quienes asistieron al encuentro recibieron una interesante muestra gratis de qué elementos pueden intervenir en la mirada de un buen espectador cinematográfico. Los tres jurados no dudaron en apelar a lecturas sociales, técnicas, teóricas, políticas y hasta una subjetividad apasionada, para hablar en orden de cada película.
Al llegar al primer intervalo, habían sido apartados cinco títulos, y otros cinco mantenían su posibilidad de ganar. El estudiante, de Santiago Mitre; La peli de Batato, de Anchou y Peter Pank, y De caravana, de Rosendo Ruíz, fueron elegidas por unanimidad, mientras que Noche sin fortuna, de Forbes y Cifuentes, y Hachazos, de Andrés Di Tella, rescatadas por al menos uno de los jurados. Descartadas posteriormente estas dos últimas, el jurado resolvió elegir como finalistas a De caravana y La peli de Batato, dejando en suspenso hasta el domingo la elección de la ganadora.
El saldo de esta experiencia novedosa de la deliberación pública del jurado, a pesar de algunas objeciones posibles, es ampliamente positivo. No sólo aportó transparencia a la decisión sino que, a su manera, resultó formativo para quienes intentan ver en el cine una manifestación profunda del alma humana. Y si bien toda la programación del festival ha sido irreprochable y meritoria, no puede sino reconocerse la justicia y validez con que se escogió al ganador de esta edición.
Aunque un poco sorprendió que el domingo a la mañana, al abrir el sobre ante un auditorio expectante y en presencia de las autoridades del festival, la gran ganadora resultara el documental de Pank y Anchou sobre la legendaria estrella del under Batato Barea. Sin que ello le quitara ningún mérito a la película de Rosendo Ruíz, que obtuvo una meritoria mención, ni a ninguna de las otras ocho películas programadas en competencia.
Por otra parte el Festival cerró con las proyecciones de las dos finalistas, junto a la gran película del uruguayo Federico Veiroj, La vida útil.
Frente a este balance que no puede ser más positivo, no es descabellado pensar que, más allá de los eventuales movimientos políticos que puedan producirse a partir de las elecciones de octubre, el 2012 volverá a traer una nueva edición de este magnífico Festival Nacional de Cine y Video Río Negro Proyecta. Será entonces, hasta el año que viene. Salud.


Un premio a los excesos


Si algo se premió al elegir La pelí de Batato como ganadora de esta tercera edición del Festival de Cine de Río Negro, sin duda ha sido el exceso. Pero no el exceso de aquel personaje desbordado que fue Batato Barea, sino la forma en que los directores de este saludablemente caótico documental consiguen reabsorber aquella energía, que desde la muerte de “La Diva del Under”, ha quedado dispersa en el cosmos, huérfana de un héroe digno de portarla. Peter Pank y Goyo Anchou, a partir de un material filmado por el primero de ellos poco antes de la muerte del Batato hace ya veinte años, construyen un laberinto anárquico que es a la vez el retrato de un personaje y el de su época, la no menos desenfrenada década de los 80. Y no sólo lo hacen con eficiencia, sino que consiguen un éxito aun mayor: meter de cabeza al espectador en un universo paralelo: la galaxia Batato. Definida por Quintín, uno de los miembros del jurado, como un film devoto, La peli de Batato irradia la luz de su protagonista y reparte a manos llenas ese amor incondicional que los directores sienten por su personaje.
No puede ser más justa la elección de esta ganadora, porque como ocurrió en las ediciones anteriores, cuando resultaron premiadas Vil romance, de José Campusano, y Orquesta roja, de Nicolás Herzog, que compartió el premio con Los Labios, de Loza y Fund, vuelve a reconocerse el valor de lo filmado sobre el margen de todo, casi fuera de lo que muchos dentro del mundo del cine quisieran reconocer como propio. Como Robin Hood, este Festival de Cine de Río Negro insiste en repartir entre los pobres, porque no sólo desde la perfección es posible hacer buenas películas. Y La Peli de Batato es sin dudas una deliciosa película imperfecta.


Artículo publicado originalmente en las sección Cultura de Tiempo Argentino.

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