
Al llegar al primer intervalo, habían sido apartados cinco títulos, y otros cinco mantenían su posibilidad de ganar. El estudiante, de Santiago Mitre; La peli de Batato, de Anchou y Peter Pank, y De caravana, de Rosendo Ruíz, fueron elegidas por unanimidad, mientras que Noche sin fortuna, de Forbes y Cifuentes, y Hachazos, de Andrés Di Tella, rescatadas por al menos uno de los jurados. Descartadas posteriormente estas dos últimas, el jurado resolvió elegir como finalistas a De caravana y La peli de Batato, dejando en suspenso hasta el domingo la elección de la ganadora.
El saldo de esta experiencia novedosa de la deliberación pública del jurado, a pesar de algunas objeciones posibles, es ampliamente positivo. No sólo aportó transparencia a la decisión sino que, a su manera, resultó formativo para quienes intentan ver en el cine una manifestación profunda del alma humana. Y si bien toda la programación del festival ha sido irreprochable y meritoria, no puede sino reconocerse la justicia y validez con que se escogió al ganador de esta edición.
Aunque un poco sorprendió que el domingo a la mañana, al abrir el sobre ante un auditorio expectante y en presencia de las autoridades del festival, la gran ganadora resultara el documental de Pank y Anchou sobre la legendaria estrella del under Batato Barea. Sin que ello le quitara ningún mérito a la película de Rosendo Ruíz, que obtuvo una meritoria mención, ni a ninguna de las otras ocho películas programadas en competencia.
Por otra parte el Festival cerró con las proyecciones de las dos finalistas, junto a la gran película del uruguayo Federico Veiroj, La vida útil.
Frente a este balance que no puede ser más positivo, no es descabellado pensar que, más allá de los eventuales movimientos políticos que puedan producirse a partir de las elecciones de octubre, el 2012 volverá a traer una nueva edición de este magnífico Festival Nacional de Cine y Video Río Negro Proyecta. Será entonces, hasta el año que viene. Salud.
Un premio a los excesos

No puede ser más justa la elección de esta ganadora, porque como ocurrió en las ediciones anteriores, cuando resultaron premiadas Vil romance, de José Campusano, y Orquesta roja, de Nicolás Herzog, que compartió el premio con Los Labios, de Loza y Fund, vuelve a reconocerse el valor de lo filmado sobre el margen de todo, casi fuera de lo que muchos dentro del mundo del cine quisieran reconocer como propio. Como Robin Hood, este Festival de Cine de Río Negro insiste en repartir entre los pobres, porque no sólo desde la perfección es posible hacer buenas películas. Y La Peli de Batato es sin dudas una deliciosa película imperfecta.
Artículo publicado originalmente en las sección Cultura de Tiempo Argentino.
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