Existen pocos eventos que consigan reunir un consenso favorable tan amplio como el Festival Internacio- nal de Cine de Derechos Humanos (DerHum- ALC), que hoy comienza su edición número 14 con el apoyo de la Cámara de Diputados de la Nación, la Legislatura porteña, la agrupación H.I.J.O.S., y Abuelas y Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora). Y el patrocinio conjunto de organismos del Poder Ejecutivo Nacional, como el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre tantos ámbitos de disputa, este festival logra unir tras de sí de manera inédita estas fuerzas antagónicas. Creado para difundir y promover “la defensa de los Derechos Humanos y el medio ambiente”, según palabras de su propia directora y programadora Florencia Santucho, el DerHumALC deja en claro desde su afiche institucional (la fotografía de una instalación realizada por Renata Schussheim) uno de los ejes de su programación 2012. En él puede verse a una persona desnuda con cabeza de perro, sentada dentro de una bañera, sobre la cual puede leerse una pregunta: “¿Ya conocés tu identidad?”. Sin esperar respuesta, debajo puede leerse “Animate a descubrirla”, como un incentivo que empuja a ir en contra de las dudas, a favor de todas las certezas. En ese poder del cine como herramienta para indagar los rincones oscuros de la identidad, en su carácter de mirada que tanto puede ser ajena como propia, se concentrará esta nueva edición del DerHumALC.
El festival cuenta este año con tres secciones competitivas, más una quincena de focos y secciones especiales organizadas a partir de diferentes ejes temáticos. Dentro de las competencias se destaca como siempre la que abarca el cine de todas partes del mundo, en la que competirán 12 películas. Pensada en términos de amplitud, esta sección internacional incluye a la francesa Polisse, película dirigida por Maïwenn sobre el abuso infantil, nominada a la Palma de Oro y ganadora del prestigioso Premio del Jurado en el festival de Cannes 2011, o La experiencia argentina, documental griego de Yorgos Avgeropoulos que indaga en nuestra debacle de 2001 para intentar encontrar ahí elementos que le permitan una nueva mirada sobre la crisis actual en su propio país. O También la lluvia, protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, una ficción ambientada durante la famosa Guerra del Agua, desatada cuando el gobierno boliviano privatizó el agua en el año 2000.
Junto a ellas otros nueve títulos indagarán en temas como la ruta de la cocaína, de las selvas sudamericanas a las discotecas europeas; la historia de un mexicano que convierte su taxi en balsa para huir a los EE UU pero acaba desembarcando en Cuba; o los esfuerzos de seis jóvenes de origen maya por proteger su cultura. Un abanico temático que busca no cerrarse en un foco único.
No ocurre lo mismo en la competencia de cortos y mediometrajes, del cual participan los cortos Al otro lado, de Sofía Quiros, y Viaje a la tierra del quebracho, de Manuel Quiñones, que a partir de los dibujos animados busca explicar la explotación forestal. En la última de las competencias, la de documentales nacionales, se destacan Putos peronistas, cumbia de un sentimiento, de Rodolfo Cesatti, y Jopoí, todos juntos, de Miguel Vassy, que busca destacar la presencia de la cultura y el idioma guaraní en la Argentina.
El resto de sus programación abarca diferentes criterios temáticos, como lo medioambiental, los pueblos originarios o diferentes asuntos ligados a la infancia y la juventud. Pero también secciones que indagan en la producción cinematográfica dedicada a los Derechos Humanos en diferentes partes del mundo. Como todos los años, el DerHumALC vuelve a proponer una serie de amplias miradas cinematográficas sobre los Derechos Humanos.
Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.
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