

El álbum, ya que así se lo puede considerar, utilizando un término muy afín al objeto del deseo, se compone de mas de 70 ilustraciones realizadas por Cascioli que retratan a los músicos de rock más importantes de la Argentina y el mundo, ofreciendo a través de ellos una doble recorrida. A los muy fanáticos o muy observadores, seguramente casi todos los dibujos que integran el libro les recordaran fotos famosas, que han servido de obvia inspiración y modelo para el dibujante. A pesar de que bien puede ser visto como relato histórico, El fabuloso mundo del rock no se encuentra ordenado de manera temporal ni mucho menos por un índice alfabético. Así como los dibujos funcionan como espejo curvo, donde sus retratados se ven amplificados por la mano de Cascioli, el libro también es un recorrido que emula el caos creativo del rock. Así, sin orden aparente, el libro abrirá con los Stones, seguirá con los retratos de Coldplay, Janis Joplin, Soda Stereo y Gustavo Cerati. Junto a cada retrato, un texto introduce al lector en una breve pero certera biografía del artista en cuestión. A partir de ahí, cada seis láminas aparecerán unos globos, que a modo de pastillas informativas irán sumando datos, historias y curiosidades que ayudarán a tejer un relato tan ligero como entretenido en torno al gran trabajo gráfico, y que a la vez funciona como línea de montaje sobre la que los dibujos de Cascioli se irán ensamblando en un monstruo de mil cabezas.
Por supuesto que en ese desorden temporal en que los dibujos y los textos son presentados, hay también una sutil pero precisa escala de valores que deja muy clara una línea genealógica. Por un lado están los Rolling Stones, cuya imagen, además de ser la primera que aparece entre las páginas del libro, es también la única que lo hace por duplicado, ya que es la que ilustra la portada de El fabuloso mundo del rock. Para contrapesar ese poder entregado a sus majestades satánicas, Los Beatles son la banda que más veces se menciona en el libro -43 veces en total-, ya sea de manera grupal o por la suma de sus cuatro miembros. Otro dato interesante para terminar de componer un podio rockero: el libro trae de obsequio una reproducción del dibujo correspondiente a la gran leyenda de la guitarra eléctrica, Jimi Hendrix.
Y hasta con su título, que remeda un viejo número de espectáculo circense, El fabuloso mundo del rock parece querer decir algo más. Sí: el rock también es circo, but i like it.

Se inició en el diseño publicitario y dibujó historietas. Fundó junto Oskar Blotta la revista Satiricón. En 1978 creó el semanario Humor registrado, publicación que lo expuso diariamente con amenazas en plena dictadura militar. La revista se convirtió en un símbolo de la resistencia cultural de la época. A partir de ese éxito creó Ediciones de La Urraca, responsable de revistas ineludibles dentro de la historia de la prensa gráfica en la Argentina, como El Péndulo, Súper Humor, El Periodista de Buenos Aires o la reaparecida Fierro. A fines de 1980 la biblioteca del Congreso de los EE UU adquirió cuatro de sus originales, ilustraciones de políticos del momento y en 1982 Humor recibió el premio a la mejor revista satírica del mundo. Andrés Cascioli falleció en 2009, durante la producción de El fabuloso mundo del rock. Su esposa e hija, junto a un grupo de colaboradores, concluyeron los últimos detalles de este trabajo.
Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario