Nacido en 1932 en la ciudad de Oliva, en la comunidad autónoma de Valencia, Brines pertenece a la Generación del ’50, la camada de poetas cuyas obras surgieron durante el período de posguerras, entre cuyas figuras también se cuentan la de otros autores notables como Jaime Gil de Viedma, José Ángel Valente o José Manuel Caballero Bonald, ganador del Premio Cervantes en 2012, quien en la actualidad tiene 94 años.
Aunque su trabajo no es muy difundido en la Argentina, se lo considera uno de los autores esenciales de la literatura española del último medio siglo. La obra de Brines acumula volúmenes de poesía que van del fundacional Las brasas, publicado en 1959, hasta su último libro, La última costa, publicado en el ya lejano 1995. Desde entonces sus lectores han tenido que conformarse con algunos textos nuevos intercalados en antologías y reediciones.
También es larga la lista de premios que ha merecido su obra, destacándose el Premio Adonais que recibió por su ópera prima, el Premio Nacional de la Crítica que le otorgaron en 1966 por el libro Palabras en la oscuridad, el Premio Nacional de Literatura por su libro de 1986 El otoño de las rosas, o el Premio Nacional de las Letras Españolas que le fuera concedido en 1999.
Pero no solo su pasión poética es bien conocida, sino que también se conoce la que profesa por el fútbol y en especial por el club de su corazón, el famoso Valencia. Incluso en los ’90 llegó a tener especial predilección por el puntero argentino Claudio “Piojo” López, quien en los 12 partidos que jugó contra el Barcelona mientras formaba parte del equipo le metió 14 goles. Motivo suficiente para que Brines lo tuviera entre sus favoritos.
El jurado, que además de Margarit y Vitale contaba con la presencia del novelista español Eduardo Mendoza (Premio Cervantes 2016), se encargó de destacar a Brines como "maestro de la poesía española actual, reconocido por todas generaciones que le suceden". También señalaron con énfasis el camino particular de su obra, que "va de lo carnal a lo metafísico y espiritual", subrayando su "aspiración de belleza e inmortalidad". El Premio Cervantes consta de una dotación de 125.000 euros.
Además de Brines, entre los candidatos de este año se encontraban el poeta venezolano Rafael Cadenas, la escritora mexicana Ángeles Mastretta y los españoles Enrique Vila-Matas y María Victoria Atencia. Con 88 años, y luego de dos infartos y un accidente cerebrovascular, Brines se desplaza en silla de ruedas, sigue viviendo en su ciudad natal de Oliva y mantiene un saludable sentido del humor. Al conocer la noticia de que había sido elegido, el poeta reconoció que no se lo esperaba, pero que lo primero que atinó a pensar fue que su madre estaría muy contenta. “Le habría dado mucha alegría, porque alguna vez pensó que yo no iba por el mejor camino y al final resulta que ha sido el mejor", agregó con una sonrisa.
España es el país que más premios Cervantes acumula, mientras que México, con seis autores premiados, es el país latinoamericano con más ganadores. Por su parte, la literatura argentina ocupa el tercer lugar, ya que son cuatro los escritores honrados con el prestigioso premio: Jorge Luis Borges, en 1979 (ex aequo con el poeta español Gerardo Diego), Ernesto Sábato, en 1984; Adolfo Bioy Casares, en 1993 y en 2007 Juan Gelman.
Artículo publicado originalmente en la sección Cultura del portal de noticias www.tiempoar.com.ar.
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