Su director es William Nicholson, más conocido por su trabajo como guionista. Nominado dos veces al Oscar en esa categoría, por su labor en Tierra de sombras (Richard Attemborough, 1993) y Gladiador (Ridley Scott, 2000), Nicholson es también el hombre detrás de películas tan disimiles como la histórica Elizabeth, la edad de oro, la más reciente adaptación del musical Los miserables, basado en la novela de Víctor Hugo, o el film de aventuras Everest. Como director, en cambio, su filmografía es tan breve como esporádica, compuesta por solo dos títulos: Firelight (1997), no estrenado en Argentina, y 22 años después Las cosas que no te conté. Aunque una es una película de época y la otra transcurre en la actualidad, comparten no pocos elementos, además de la dirección y los guiones de Nicholson. Las dos son dramas románticos cuyas tramas incluyen dilemas morales; su red de vínculos no se limita al de la pareja, sino que también aborda los que unen a padres y madres con sus hijos; o la predilección por el punto de vista femenino, son algunos. Pero además, en ambas la acción transcurre en el condado británico de Sussex, cuyos neblinosos paisajes costeros contribuyen a crear el clima melancólico que las define.
Es cierto que a veces Las cosas que no te conté se maneja con recursos obvios y predecibles. Como cuando Grace, católica radical, regresa de misa hablando de la cantidad de veces que se repite la palabra piedad en el ritual, justo antes de que él le anuncie que va a dejarla. Como era de esperar, la fórmula de religión+abandono+piedad da como resultado que la banda sonora incluya una versión del réquiem Kyrie Eleison, de Mozart, que remite al famoso “Señor, ten piedad” del misal tradicional. Pero la película también tiene detalles de una gran sutileza, como algunos momentos entre madre e hijo que consiguen reflejar con cierta profundidad (incluso desde el abismo) algunas particularidades de ese vínculo, central no solo para la película, sino en la vida de cualquier persona.
Artículo publicado originalmente en la sección Espectáculos de Página/12.
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