Si hubiera que hacer de memoria una lista incluyendo a los escritores latinoamericanos que son recordados con más cariño por los lectores de la región, sin dudas en ese grupo entraría entre los primeros el nombre de Mario Benedetti. Conocido sobre todo por su trabajo poético, abundante en versos sencillos y emotivos que con facilidad consiguen impregnarse en la memoria, este autor uruguayo también es recordado por una importante obra en prosa, dentro de la que se destaca la producción de relatos breves y novelas. Entre ellas la más recordada es sin dudas La tregua (1960), que el argentino Sergio Renán llevó al cine con guión de Aida Bortnik y que en 1975 se convirtió en la primera película argentina en lograr una candidatura a los premios Oscar.
Pero Benedetti, de cuyo nacimiento se cumplirán 100 años el próximo 14 de septiembre, también es recordado por su mirada humanista del mundo y por sus fuertes convicciones políticas. Las mismas que lo obligaron a exiliarse de su país tras el golpe de estado de 1973 y a apoyar desde siempre la causa de los derechos humanos.
Entre las actividades que se desarrollarán este año, no solo en homenaje al centenario de su nacimiento sino también al decimoprimer aniversario de su muerte, que se conmemoró el pasado 17 de mayo, se destaca una en particular. Se trata de la lectura de una serie de sus cuentos más populares, realizadas por diferentes personalidades de la cultura de América latina y España. Bajo el nombre de Voces del mundo leen los cuentos de Mario Benedetti, esta iniciativa fue impulsada adelante por la fundación que lleva el nombre del escritor, con la intención de que los videos realizados puedan ser visitados por todo el mundo en tiempos de aislamiento social. Los mismos ya comenzaron a ser compartidos a través de la página de los organizadores (www.fundacionmariobenedetti.uy) y de su canal de YouTube, sumando cada semana nuevos títulos a la colección.
Entre los convocados a interpretar los textos de Benedetti se encuentran dos representantes argentinas: las actrices Cristina Banegas, que leerá el cuento "los pocillos", y Andrea Bonelli, quien se encargará de “El otro yo”, respectivamente. Por el lado de los compatriotas del escritor se encuentran las actrices Mané Pérez y Jenny Galván y tres de sus colegas varones: César Troncoso, Rogelio García y Alfonso Tort. Por España dirán presente el bailarín Igor Yebra y la actriz Isabel Ordaz, mientras que por el lado de Chile lo harán las actrices Mariel Bravo y Delfina Guzmán, quien además posee una destacada trayectoria en los campos de la dramaturgia y el activismo social.
El crédito del proyecto le corresponde a José Miguel Onaindia, gestor cultural y habitual colaborador de la Fundación Mario Benedetti. Presidente del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales de la Argentina (INCAA) entre los años 2000 y 2002, Onaindia también estuvo a cargo de la curaduría de la selección. "La literatura de Benedetti atraviesa tiempo y territorios”, sostuvo el responsable de la iniciativa, quien además definió al escritor uruguayo como “una figura fundamental de la cultura iberoamericana”. Destacó además la raigambre popular de su trabajo, recordando que “sus textos inspiraron obras audiovisuales y escénicas, y su poesía fue convertida en canción”. Y consideró que poder llevar sus cuentos a través de “la voz de destacados artistas” es sin dudas “el mejor modo de acompañarnos en estos tiempos de obligatorio retiro".
El faro moral, por Agustín Acevedo Kanopa*
Benedetti en el ámbito de las letras uruguayas comprende un lugar curioso, ya que suele ser un fenómeno más abrazado por lo popular que desde el mismo zeitgeist literario. Creo que en cierto punto tuvo su importancia por conformarse como una especie de mito que calzaba como anillo al dedo con la misma idea que tienen los extranjeros de los uruguayos y que a los uruguayos también les gusta tener de sí mismos: esa cosa humilde y melancólica en su justa medida, con el retrato de ese Montevideo que bebía mucho del mundo de las oficinas y los empleos públicos que moldearon la imaginería nacional.
A su vez (y esto ya ampliando el espectro fuera de los territorios nacionales), Benedetti dentro de las izquierdas se conformó como una especie de faro moral en el que se pudieron encontrar por primera vez los distantes mares de la lucha revolucionaria y la persona cotidiana, el amor y el compromiso, el hombre de ideas y el hombre de acción. Este punto medio, ese centro cálido y acogedor armado de poemas francos, sencillos y fraternos que de forma inédita apelaban a las tribulaciones y emociones del hombre común, ha sido hasta el día de hoy una de las principales razones de la constante expansión del mundo benedettiano, no sólo a una dimensión artística, sino a una forma de ser y pararse en el mundo. También es esta misma noción la que generó sus posteriores detractores, en esa suerte de “parricidio” ocurrido a su regreso, a fines de los ochenta.
(*Escritor y periodista uruguayo)
Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.
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