Puede decirse que dentro de la Competencia Argentina de esta emblemática 29° edición del Festival de Mar del Plata, en la que se conmemora el 60 aniversario de su fundación, no hay como otras veces ni grandes favoritos ni películas que vengan precedidas por un aura ganadora. Este año parece que la pelea será pareja y con final de fotografía. Aún así hay algunos títulos que se destacan por ciertas señas particulares, como los nombres de sus directores o de quienes integran el elenco, que los hacen más visibles. Curiosamente las películas a las que se puede considerar dentro de ese grupo se han estrenado todas juntas durante los primeros días del festival.
Una de ellas es Aventurera, ópera prima de Leonardo D’Antoni, nacido en Mar del Plata pero formado en los Estados Unidos. La misma gira en torno a Bea, aspirante actriz de origen colombiano que reside en Buenos Aires, donde trabaja cuidando a una mujer mayor mientras participa de un grupo de teatro e intenta abrirse paso en el mundo del cine y la televisión. Si bien director y actores no son caras reconocibles para el gran público, el film tiene una sorpresa: Mélanie Delloye, la protagonista, es hija de Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia, secuestrada durante 6 años por las Farc y cuya liberación en 2008 conmovió a todo el mundo. En pareja con el director, a quién conoció en los Estados Unidos mientras ambos estudiaban cine, Delloye atraviesa su primer protagónico con altibajos, aunque debe destacarse que su formación está más ligada a la dirección y al guión que a la actuación.
El mundo del fútbol nunca ha conseguido ser retratado con demasiado éxito por el cine, por eso El 5 de Talleres, de Adrián Biniez (quien ya se había destacado con su film anterior, Gigante), es una novedad bienvenida. Protagonizada por Esteban Lamothe y Julieta Sylberberg, la historia de El Patón, un 5 rústico que está a punto de retirarse y es el caudillo de Talleres de Remedios de Escalada, club que milita históricamente en los campeonatos del ascenso, consigue hacer un retrato bastante vívido y verosímil, sin caer en miradas impostadas de la clase obrera y sin falsas condescendencias. Lamothe y Sylberberg, pareja en la vida real, demuestran una química extraordinaria, aunque él comience a evidenciar síntomas de repetición en sus composiciones, que de todas maneras en este caso son funcionales a un personaje de compleja simplicidad.
También pudo verse Pistas para volver a casa, debut de la actriz Jazmín Stuart como directora. En ella se lucen Erica Rivas y Juan Minujín, dos de los actores del momento, quienes interpretan a una pareja de hermanos bastante perdedores quienes a partir de un accidente de su padre se ven obligados a ir en busca de la madre que los abandonó cuando todavía eran chiquitos. Comedia por momentos vital y efervescente, en la que ambos actores se potencian mutuamente, sin embargo tropieza en algún momento con algunos excesos emotivos que la reblandecen innecesariamente. De todas formas la película representa un promisorio primer paso de Stuart en la dirección.
Artículo publicado originalmente en la sección Espectáculos de Tiempo Argentino
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