jueves, 5 de septiembre de 2019

CINE - "IT Capítulo 2" (IT Chapter 2), de Andy Muschietti: Un payaso para la crisis de los 40

La segunda parte de IT, que completa la adaptación de la popular novela de Stephen King, es uno de los títulos más esperados de 2019. En especial en la Argentina y no solo por cuestiones cinematográficas. Es que Andy Muschietti, su director, es el primer compatriota en triunfar en el Hollywood moderno, convirtiendo al capítulo inicial en uno de los blockbusters más redituables del cine en su historia. El dato, que fuera de contexto es solo una curiosidad estadística, tiene su correlato en las virtudes de un film que superaba la media de un género difícil como el terror y, al mismo tiempo, confirmaba a Muschietti como un cineasta con capacidad para jugar en la Champions de la industria.
IT Capítulo 2 ubica su acción 27 años después de los hechos ocurridos en la película anterior. Los siete adolescentes del Club de los Perdedores son ahora adultos exitosos en sus vidas profesionales, pero no tanto en el terreno personal. La duplicidad queda plasmada en la secuencia inicial, cuando Mike, el único del grupo que aún vive en el pueblito donde crecieron, llama a cada uno para decirles que el ente maligno que se manifiesta a través de Pennywise, el payaso asesino de niños, ha vuelto a aparecer y que deben regresar para volver a enfrentarlo todos juntos, como prometieron a los 13.
“La gente cree que recuerda lo que quiere”, dice una voz en off, recitando un texto que oficia de prólogo. “Pero a veces somos lo que quisimos olvidar”, remata. La memoria es un elemento fundamental en la estructura de esta segunda parte. Será a partir de ella, de recuperarla y de tratar de hacerle honor, que estos adultos podrán enfrentarse a sus propias inseguridades y temores, apoyados en aquella amistad sólida que construyeron en la infancia y que el paso del tiempo ha ido disolviendo. Lo mejor del Capítulo 1 surgía de la sensibilidad con que Muschietti abordaba el vínculo entre esos chicos y la forma en que le hacían frente al traumático fin de la infancia, del cual el sádico payaso se volvía una metáfora explícita. IT Capítulo 2 juega a poner en paralelo aquella crisis de la adolescencia con esta de los 40, 27 años después.
Pero la versión adulta del Club de los Perdedores no logra reeditar la química que se producía en el seno de aquel combo de pibes y por eso el guión vuelve al pasado con insistencia. Para tratar de encontrar allá lo que no termina de surgir en el presente del relato, exponiendo una “desconexión” que se traslada a la estructura narrativa. Las historias de los personajes adultos recorren la película de forma demasiado autónoma, cada una por su propio andarivel. Por su parte la escena final parece un “remake” del final del primer capítulo, como si los 169 minutos de duración fueran un exceso que dejó a todo el equipo sin ideas. Eso y algunos cabos sueltos lastran a IT Capítulo 2 con una lista de cuentas pendientes que ni los simpáticos cameos de un par de cineastas de estirpe cinéfila, ni otras sorpresas que la película incluye, consiguen equilibrar. A pesar de todo, el crédito de Muschietti sigue abierto. 

Artículo publicado originalmente en la sección Espectáculos de Página/12.

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