Ningún proceso es inmediato: todos atraviesan períodos de
gestación y crecimiento antes de alcanzar la madurez. A la luz del tiempo
pasado, sus estructuras puede distinguirse con bastante claridad, pero la cosa
no es tan sencilla con un proceso aún en desarrollo: la contemporaneidad se
vuelve una dificultad extra. Un ejemplo dentro del cine nacional es el llamado
Nuevo Cine Argentino (NCA). Surgido a mediados de los 90, el NCA maduró rápido.
Ya en sus primeros años dio muestras de madurez: La ciénaga (2001) de Lucrecia
Martel; Un oso rojo (2002) de Adrián Caetano; El Bonaerense (2002) de Pablo
Trapero o Los Muertos (2004) de Lisandro Alonso marcaron un piso alto para toda
una generación de directores cuyo mérito ha sido más reconocido (con
excepciones destacadas) en los festivales de cine más importantes del mundo,
que en las salas de su propio país. Hoy el NCA se encuentra en plena etapa de
mutación: el advenimiento de Mariano Llinas y sus Historias extraordinarias
(2008), significó una especie de certificado de defunción para esa primera
etapa y una nueva camada de directores (Santiago Mitre, Alejandro Fadel,
Gabriel Medina, Nicolás Prividera) renueva y desafía aquella etiqueta.
Pero hay otro caso tan rico, significativo e incluso
contemporáneo al NCA, cuyos tiempos de maduración han sido muy distintos. Se
trata de lo que recién ahora puede rotularse como Cine Independiente Fantástico
Argentino (CIFA, oportuno bautismo realizado públicamente por el cineasta
Esteban Rojas), que luego de casi 15 años recién está comenzando a salir de su
etapa de gestación. Si hubiera que definir qué es el CIFA, habría que decir que
se trata de un cine producido de manera casi personal, con vocación por el
impacto (sea a través del horror, la violencia, la risa o la combinación de
todos) y que toma como escuela inspiradora el cine fantástico realizado por
artistas “independientes” norteamericanos en las décadas del 70 y del 80, como
Carpenter, Romero, Craven, Raimi o Barker. Pero también el de otros como
Tarantino y Robert Rodríguez, que supieron revisitar aquellos años antes que
ellos. De origen y vocación marginal, puede decirse que el CIFA comenzó con el
rodaje en video de Plaga Zombie a mediados de los 90 por las calles de Haedo, pero que los primeros
resultados notables de esta movida recién pudieron verse abiertamente durante
2012. Los premios obtenidos en las últimas ediciones del Festival de Cine de
Mar del Plata por Diablo, de Nicanor Loreti, y Hermanos de sangre,de Daniel de la Vega, mostraron que la semilla comenzaba a dar sus primeros
frutos maduros. En esa misma línea, la primera semana de 2013 trae a las
carteleras porteñas la tercera pata necesaria para sostener el andamiaje del
CIFA con firmeza.
Se trata de ¡Malditos sean!, trabajo firmado a cuatromanos por Fabián Forte y Demián Rugna, dos históricos activistas del cine
fantástico argentino, que comenzaron su carrera como cineastas mucho antes de
saberlo, sentados frente a la tele viendo películas viejas los sábados a la
tarde. Su película es casi un milagro: rodada en 16 días repartidos entre los
veranos de 2008, 2009 y 2010, tiene una calidad visual y artística de un nivel
comparable al de cualquier producto del cine independiente norteamericano. En
ella se entrelazan tres historias que tienen su origen en 1979, cuando un grupo
de tareas entra en una casa derruida a buscar a un hombre que termina siendo un
brujo sumamente sobrenaturalmente poderoso y diabólico. Sí: los ecos de la
Dictadura y de López Rega resuenan en el comienzo de ¡Malditos sean!,
pero no se trata de una película política. La ideología de Rugna y Forte es la
del cine como entretenimiento y para conseguir su objetivo no desprecian ningún
recurso. Asustan, espantan, sorprenden; provocan risa, estupefacción y no
faltará quién se pregunte “¿por qué?” más de una vez. Todo eso, incluso la
pregunta, forma parte de lo que los directores buscaron causar en su público:
la sorpresa de ver una dignísima película de terror (aunque ¡Malditos sean! excede esa única
etiqueta) que habla como y de los argentinos.
“El génesis de la película en 2007 se dio en un momento en el que era muy
difícil que el INCAA o un productor se jueguen por una película de género”,
afirma Demián Rugna. “¡Malditos sean!
es el resultado de nuestra imposibilidad como realizadores de hacer esa
película. Desde entonces pasaron 5 años en los que vimos el progreso de las
películas argentinas de género y que ha habido un cambio de mentalidad en el
INCAA. Hoy que estrenamos la película en 2013 estamos en otro terreno que
cuando la empezamos”, completa el director.
-Digamos
que en el origen hay una forma de pensar la producción del cine en la Argentina
de un modo realmente independiente.
FabianForte -Sí. Incluso los guiones se pensaron a partir de las locaciones que
teníamos, los actores con los que contábamos. Las historias se escribieron
pensando en nuestras posibilidades económicas y contando sólo con los elementos
que teníamos a mano.
-Además
¡Malditos sean! reúne en su
equipo técnico y artístico nombres que después comenzaron a participar de otros
proyectos que sí pasaron por el INCAA exitosamente.
FF -Sí,
y de hecho hay actores que fueron contratados por Pol-Ka a través de trailers
de nuestra película. ¡Malditos sean!
fue para muchos un punto de partida desde el cual comenzaron a conseguir más y
mejores trabajos.
Demián
Rugna -Fijate que Victoria Almeida vino a hacer el casting para la película en
2007…
FF -Y
hoy fue coprotagonista en la novela Lobo
y protagonizó Las Criadas en
el teatro Alvear junto a Marilú Marini. Fueron 5 años en los que muchos
crecieron.
DR -Menos
nosotros.
FF -No
digo que haya sido por ¡Malditos sean!,
sino que es una película que se popularizó mucho de manera marginal. Pero para
nosotros es muy importante poder estrenarla oficialmente en nuestro país.
-A
pesar de haber sido hecha con el límite de las posibilidades del propio
bolsillo como tope, la película no tiene nada que envidiarle a otras que si
pasaron por INCAA e incluso muchas películas extranjeras.
FF -Yo
trabajé como asistente en Diablo
y es una película que se resolvió en dos o tres locaciones, mucho menos
compleja de hacer desde la producción que ¡Malditos
sean! Si la hubiéramos presentado al Instituto no sé si contaría con
los recursos narrativos, de puestas de cámara que tiene.
DR -
Fue más un desafío nuestro que se nota más en el tercer cuento, porque es una
historia de época, utilizando locaciones recontra complejas. Hasta tuvimos que
empujar un auto que encontramos abandonado en la calle. Imaginate que la cámara
está prestada, igual que la mayoría de las luces. Sin esa energía no hubiéramos
conseguido este resultado. Hacer una película con esta calidad de producción y
en estas condiciones fue un desafío hacia nosotros mismos pero también, sin
vanagloriarnos, hacia todo el cine argentino. Ese fue nuestro motor.
FF -Es una película que se ve industrial y la hemos hecho con muy pocos recursos
monetarios.
-Resulta
atractivo que se permitieran, aunque no sea tema de fondo, jugar con momentos
históricos como la Dictadura, muy complejos de ser utilizados en una ficción fantástica
que incluye violencia explícita y humor negro.
DR -Quisimos mostrarle al cine argentino que se puede hacer algo con contenido
social y a la vez nuestro, desde el género fantástico. Es una declaración de
principios, parte de ese desafió, como diciendo “anímense”. Anímense: INCAA,
productores, directores. Tenemos mucho terror en la Argentina para mostrar.
-Pero
al mismo tiempo el cine fantástico argentino casi no existe.
DR -Es que se lo relegó durante muchos años y se le cedió ese terreno al cine
norteamericano. Hoy al espectador argentino le cuesta ver películas donde hay
monstruos, donde hay ciencia ficción y hablada en castellano…
-Hablada
en argentino sobre todo.
DR -Exacto, porque hasta se acostumbraron a ver las películas españolas como Rec. Y ¡Malditos sean! no sólo es una película argentina, sino que
habla de temas argentinos. Temas que ya abordaron otras películas, pero nunca
de esta forma. También es cierto que no se profundiza en esos temas, sino que
son un marco para el relato. Además nuestra toma de posición no es política
sino estética, frente al tipo de cine que se hace en la Argentina.
-¿Cuál
es la dificultad de hacer una película de monstruos acá?
DR -A mí el monstruo del episodio final me simpatiza mucho, no sólo por lo técnico,
sino porque ese monstruo son los milicos. ¡Pero aun así es menos malo que los
milicos del grupo de tareas a los que se termina enfrentando!
FF -El otro día nos preguntábamos hace cuánto tiempo que no se estrena
comercialmente una película de monstruos argentina. ¿Cuál fue la última?
DR -Ya el hecho de tener que pensarlo indica que fue hace mucho. Porque haber hubo
un montón, pero ninguna tuvo estreno comercial.
-Supongo
que habría que ir hasta Ibáñez Menta.
DR -Habría que ver, porque estamos hablando de un monstruo y no de un tipo deforme.
FF-
Ese es uno de los elementos jugados de ¡Malditos
sean!: si vos querés hacer una película de terror seria, los efectos
tienen que ser buenos.
DR -Nuestra película es completamente jugada. Te podrá gustar o no, pero nadie
puede decir que no está bien hecha.
-¿Se
sienten parte de una movida?
FF -Seguro, hoy en día todos nos ayudamos mutuamente. En ¡Malditos! están los productores de la serie Daemonium; están Pablo Parés, la
gente de Farsa, Daniel de la Vega, todos dando una mano. Hay mucha camaradería.
Somos gente que pretendemos hacer cine para que la gente quiera ver películas
argentinas.
DR -Yo insisto en la idea de generar una industria cultural propia. Si viene una
película yanqui y llega con sus muñequitos, con sus figuritas: ¿por qué no podemos
hacer eso mismo acá? ¿Por qué todavía no hicimos El Eternauta? Si pensáramos el cine como industria ya
deberíamos ir por la sexta parte de El
Eternauta. Para encarar al cine como industria hay que generar una
verdadera industria cultural a través de las películas fantásticas, así como
los yanquis hicieron en los 80. Seguramente no llegaremos a ese punto, pero hay
que intentarlo, ¿no? Y lo vamos a hacer cada vez mejor. No se trata de ir en
contra del NCA, que es como se nos conoce afuera, sino de sumar una forma de
hacer cine que lleve espectadores a las salas.
-A
diferencia del NCA, que se caracteriza por su cercanía con la idea de cine como
arte burgués (palabras de Lucrecia Martel) y el auge de las universidades de
cine, el cine fantástico crece sobre todo a partir de gente que empezó en esto como
un oficio y terminan siendo directores por tracción.
DR -Yo comparo mucho al cine fantástico y de terror con el rock: tiene algo de
ghetto, algo de marginal, del arte por la catarsis que crece con las dificultades.
-¿Y
cuáles son sus próximos pasos?
DR -De hecho estamos buscando productores para hacer ¡Malditos sean 2! Vos
ponelo, por favor.
Glosario parcial para entender el horror
BARS: Festival Buenos Aires Rojo Sangre, primer y único
festival de cine fantástico y de género en la Argentina. Suele tener las
primicias de todo lo que se filma de manera independiente en la Argentina. Durante
2012 (año del fin del mundo) tuvo su edición número 13 (la desgracia).
Bogliano, Los: Hermanos. Adrián y Ramiro García Bogliano,
director y guionista, son de La Plata y una de las duplas más prolíficas del
cine fantástico argentino. Su debut Habitaciones para turistas (2004) es
un clásico y Sudor frío sin dudas la más vista (más de 100 mil
espectadores en 2010), pero no su mejor trabajo.
Cosa, La: Revista de cine fantástico fundada en 1995
por el hoy exitoso productor Axel Kuschevatzky. Comenzó con un estilo cercano a
la americana Fangoria, para ir derivando de a poco hacia el cine
mainstream. Durante años escribió ahí Nicanor Loreti.
De la Vega, Daniel: Director y camarógrafo. Firmó junto a
Pablo Parés el film Jennifer’s shadow (2004). Su filmografía se completa
con Death know your name (2007 – ver Inglés) y Hermanos de
Sangre (2012).
Diablo: Ganadora de la Competencia Argentina del
Festival internacional de Mar del Plata en 2011 y estrenada a fin de 2012.
Escrita y dirigida por Nicanor Loreti, cuenta en su equipo con Fabián Forte
como asistente de dirección y Daniel de la Vega en cámara. Aún en cartel.
Dying god: de Fabrice Lambot y actuación de Lance
Henriksen. Rodada en inglés pero elenco mixto, escrita por Nicanor Loreti y Germán Val, entre otros.
Farsa: Productora de cine fantástico de la Argentina, pero
sobre todo de Haedo. Se declaran creadores de la primera película de zombies
del país: Plaga zombie. Los directores Paulo Soria, Hernán Sáez y sobre
todo Pablo Parés, son algunos de los padres legítimos del CIFA.
Findling, Hernán: Productor de Diablo y Hermanos
de sangre. También de Visitante de invierno (2008). Dirigió además Director’s
cut (2006) y Breaking Nikki (2009 – ver Inglés).
Hermanos de sangre: Comedia negra dirigida por Daniel
de la Vega y escrita por Nicanor Loreti (junto a Martín Blousson y Germán Val).
Reciente ganadora de la competencia Argentina del Festival de Mar del Plata
2012. Fabián Forte tiene un pequeño papel.
Inglés: Muchas películas se filmaron en ese idioma con
actores argentinos, con la idea de venderlas a los EEUU. La más exitosa fue Deadline
(conocida como Interferencia), dirigida por Sergio Esquenazi. Deben
mencionarse The last gateway, de Rugna, y Death knows your name,
de Daniel de la Vega y guión de Rugna, todas de 2007, y Breaking Nikki
(2009) de Findling. Fabián Forte fue asistente de dirección en todas.
Jennifer’s shadow: Rodada en 2004 en la Argentina
pero en inglés. Dirigida por Pablo Parés y Daniel de la Vega, con actuaciones
de la gran Faye Dunaway y Duilio Marzio.
Loreti, Nicanor: Comenzó como periodista en la revista La
Cosa, donde fue jefe de redacción. Participó como actor en películas de
Farsa. Escribió y dirigió Diablo, además de participar como guionista de
Breaking Nikki (2009) y Hermanos de Sangre (2012).
Mondo Macabro: Video club especializado en los que solía
denominarse “Cine Bizarro”: artes marciales, monstruos del espacio, terror,
tetas y mucha Clase B. Lugar de encuentro de muchos que hoy son directores de
cine fantástico. Tras 20 años cerró sus puertas en 2011.
Parés, Pablo: Fundador de Farsa Producciones, creadores de
la fundacional saga Plaga Zombie. Director de más de diez películas y
series, entre las que se destacan Jennifer’s Shadow y la reciente e
impecable serie para internet Daemonium (ver en YouTube.com). Suele
dirigir con Hernán Sáez y Paulo Soria.
Plaga zombie: Saga de películas sobre muertos
vivientes. La primera se filmó en 1997 y es la piedra fundacional del CIFA. Sus
secuelas son Zona Mutante (2001) y Revolución tóxica (2011). Como
todas las películas de Farsa, sus protagonistas son Berta Muñiz y Walter
Cornás.
Repetidos: Pablo Isola, José Komesu, Mad Crampi,
Valentín Javier Diment, Christian Koruk, Rebeca Martínez, Laura Aguerrebehere,
Hernán Moyano, Simon Ratziel y Mariana
Ravioli son, en diferentes rubros, huéspedes habituales de los créditos de muchas
películas.
VideoFlims: Primera y única editora de DVD's y distribuidora de cine fantástico argentino.
Visitante de invierno: dirigida por Sergio Esquenazi.
Primera película de terror argentina estrenada con apoyo del INCAA en 20 años.
La anterior había sido Alguien te está mirando (1988). Fabián Forte fue
asistente de dirección.
Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultura de Tiempo Argentino.
tuve la suerte de conocer a uno de los chicos, en una entrevista que le hice hace muchos años para Cinevivo.org.
ResponderBorrarMe alegra que esten en ese lugar
Sin didas se lo merecen. Gracias Lolet, por tu asidua participación.
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