martes, 12 de junio de 2012

CINE - En el Futuro, de Mauro Andrizzi, y Accidentes Gloriosos, de Andrizzi y Marcus Lindeen: Viaje al interior del relato cinematográfico

Parecen historias de fantasmas, el blanco y negro favorece que esa idea se vaya haciendo cada vez menos brumosa en la percepción de quien se sienta a verlas y escucharlas. Historias de amor oblicuas ocurridas entre las capas de tiempos ya idos, cuyos protagonistas directos o no, vuelven a narrarlas en un presente continuo devenido en futuro. Relatos de accidentes a veces trágicos, a veces imperceptibles pero siempre trascendentes, narrados por una voz potente que, igual que un dios caprichoso, siendo única es muchas y distinta cada vez. Eso y mucho más es lo que puede encontrarse en Accidentes gloriosos y En el futuro, las dos películas de Mauro Andrizzi que desde la semana pasada se proyectan en Buenos Aires. Ambas se presentaron en años sucesivos en el festival de cine de Venecia y en este mismo programa unificado fueron proyectadas en el Centro Pompidou de París. Pero no son estos antecedentes (nunca lo son) los que convierten a las películas de Andrizzi en una maravilla cinematográfica, sino su carácter de narración animada en donde lo que se muestra y lo que se cuenta se hace indivisible, volviendo inútil cualquier intento sinóptico, como el que aquí se ha intentado.
A pesar de esta proyección conjunta, las películas fueron concebidas como entidades autónomas y como tales pueden ser vistas. Sin embargo el montaje final de la una sobre la otra es capaz de entregar nuevas lecturas, mayores posibilidades de tender puentes de sentido. “En el Futuro nació como una colección de cuentos cortos que había escrito y les pasé a los actores. Sobre esa base trabajamos, sumando improvisación, pero respetando la base de los relatos”, dice Andrizzi de una de sus películas. “Accidentes Gloriosos en cambio empezó a tomar forma cuando con Marcus Lindeen, dramaturgo sueco con el que la escribimos, nos juntamos en Copenhague”, agrega sobre el otro film, “Decidimos adoptar la estructura episódica con una voz off que llevara el relato, ya que esa estructura abierta nos permitiría ir tirando ideas, que el guión fuese dinámico y modificable." Aun así siente que ambas películas se complementan, ya que representan “dos experiencias diferentes de relato oral, una más íntima, donde sos interpelado directamente y otra, no menos íntima, que trabaja más con climas y estados de ánimo.”
Las películas se enriquecen en su carácter de narraciones múltiples, en la suma de pequeñas historias cerradas sobre sí mismas que, en su encadenamiento, abren la posibilidad de nuevas miradas. “Me gusta que en una hora uno pueda pasar del Polo a un quirófano” confiesa el director. “Quiero contar mucho y a veces la estructura tradicional de una película hace que tengas que guardarte cosas. Estas estructuras episódicas, abiertas, permiten narrar lo que tengas ganas, como tengas ganas.” Es que ambas tienen un anclaje literario ineludible, mucho más cercano al libro de cuentos que a la novela. “Veo las películas como libros de cuentos, sí”, dice Andrizzi, “pero no me siento ni más cerca del cuentista ni del novelista. Por ejemplo, el proyecto que voy a filmar en 2013, si hubiese que equipararlo a esas categorías, sería una novela de 300 páginas.”
Una perla del programa es la participación de Cristina Banegas como narradora única de Accidentes gloriosos. La actriz demuestra su calidad y calidez, asumiendo para cada relato la personalidad exacta que su narrador demanda, al punto de que algunas palabras inesperadas parecen reinventadas para la ocasión. “Sí, los textos se escribieron para ella”, reconoce el director. “No me podría imaginar la película con otra voz que no fuese la de Cristina. Ella marca el estado de ánimo y el tiempo de la película, haciendo su propia interpretación de los textos. Yo lo que hice fue comentarle lo que me pasaba con cada uno, su talento y experiencia hicieron el resto. Su voz casi que te hipnotiza, ¿no?”

En el futuro y Accidentes gloriosos, de Mauro Andrizzi, se proyectan todos los días en el cine Gaumont, av. Rivadavia 1635, y los jueves, viernes, sábados y domingos en el Cosmos UBA, av. Corrientes 2046.

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.

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