miércoles, 9 de mayo de 2012

CINE - Ánima Buenos Aires, de María Verónica Ramírez: Caloi en su cinta (Chau, señor Negro)

Qué puede decirse de Caloi que no se haya dicho ya hace algunos años de Fontanarrosa: Negro. Pero además, así como la figura de Fontanarrosa quedará unida de manera definitiva al perfil de su querida Rosario, del mismo modo el nombre de Caloi pertenece a la lista de aquellos cuya sola mención equivale a nombrar Buenos Aires.¿Acaso hay algo más porteño que Clemente? ¿No están sus historias de compadritos, farol y bandoneón para confirmarlo? Es que Caloi encontraba en la ciudad una fuente inagotable de temas e inspiración. Última prueba de esa relación intensa podría ser Ánima Buenos Aires, el film que acaba de estrenarse y en el que junto con otros grandes artistas del dibujo y la animación, como Carlos Nine y su hijo Lucas, Juan Pablo Zaramella, Pablo Rodríguez Jáuregui o Pablo y Florencia Faivre, firman una explícita declaración de amor por la ciudad y sus fantasmas.
Hombre fundamental en la difusión de la animación en todas sus variantes y estéticas, la película Ánima Buenos Aires resultó la concreción de un sueño largamente demorado para el artista gráfico. Básicamente se trata de una colección de cuatro cortometrajes unidos por una quinta historia que los va enlazando, con el tango como fondo permanente. La historia imaginada por Caloi y realizada junto a María Verónica Ramírez, es la que cierra el recorrido de la película. Y no puede ser más digna de su autor. Ya desde el título del corto, "Mi Buenos Aires herido", surgen las referencias porteñas, a partir de la intertextualidad con un clásico de la cultura ciudadana, como el tango "Mi Buenos Aires querido", popularizado por Carlos Gardel. El imaginario de Caloi rebalsa cada escena de una historia que transcurre en un clásico cafetín de barrio y cuyo protagonista es un guapo, al que pretenden cambiarle su viejo y querido farolito por un posmoderno poste de alumbrado público. Un gran cierre para una película que sin querer se ha convertido en el canto del cisne, una bella elegía para uno de los más grandes nombres del arte de los cuadritos y las viñetas.


Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.

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