Si un día elegís acostarte a dormir y el plan es no volver a despertarte, ese día, esa noche, tenés que planificar cada detalle, como hacen los cocineros de televisión, porque a veces las cosas salen mal y al pollo quemado no hay como resucitarlo. No te voy a decir qué hacer (en el fondo cada uno elige dormirse como quiere), pero sí voy a darte un consejo para que todo lo demás sea lo que debe ser: no más que un blando ir de la luz a donde fuera que te lleve tu sueño.
Sólo tenés que poner en tu tocadiscos Five Leaves Left, el primer disco de Nick Drake, y dejarlo sonar hasta que el cuerpo vaya quedando silencioso de tan lleno, vacío de tanta música. Es raro cómo funciona –pero creéme, funciona-: cada canción se te hunde entre el hueso y la carne como si fueran filosas. Y duelen y te inflan de dolores que seguro ni sabías que existían, pero ahí están, bien adentro tuyo. Haceme caso, sé de lo qué hablo: hace algunos años alguien se durmió con este disco y, te lo digo, no se volvió a despertar. Esa fue la última vez que pude escucharlo. A veces lo extraño.
Artículo puyblicado originalmente en el suplemento Cultura de Tiempo Argentino.
me encanta....un abrazo juan...krishna
ResponderBorrarKrish, siempre es bueno compartir algo con un tipo como vos.
ResponderBorrarGran disco Juan, gran disco. Teno los tres de él, pero este es tremendo!
ResponderBorrarAbrazo y qué bueno leerlo.