viernes, 10 de abril de 2009

Apertura del complejo Arte Cinema Sur


Son muchas las voces del cine en la Argentina que se alzan reclamando la creación de espacios para la difusión de obras que no encuentran ámbitos apropiados para su exhibición, ni encajan con el perfil de las salas y complejos del circuito comercial. Un viejo axioma del periodismo -un lugar común- define su objeto por el absurdo, afirmando que noticia es que un hombre muerda a un perro, nunca a la inversa. En el mundo de los exhibidores de cine no abundan los hombres que se atrevan a morder al perro. Pero que los hay, los hay: este jueves abrió sus puertas Arte Cinema Sur, un complejo de tres modernas salas ubicado en pleno centro del barrio de Constitución (Salta y Garay), cuyo objetivo es justamente la difusión de ese otro cine. El atrevido proyecto es iniciativa de cinco inversores: los españoles José María y Miguel Morales, junto a los argentinos Daniel Burman, Diego Dubcovsky, Fernando Sokolowicz y Pablo Rovito. Según cuenta el propio Rovito, la idea nace como espejo de experiencias similares que resultaron exitosas en otros países, como Francia, España o Brasil, en donde “a través de salas como las de Arte Cinema Sur, que tienen una lógica distinta de programación y rotación de títulos”, se recupero un espacio para “películas de autor, de artes y ensayo, de experimentación; aquellas que no están destinadas al público masivo y que han ido perdiendo su lugar”.
La encargada de trazar el perfil estético y seleccionar el material que llegará a las pantallas del complejo Arte Cinema Sur, será la programadora Virginia Petrozzino. “Ofreceremos cine de calidad, pero con el plus de que las películas se podrán ver en un entorno propicio: excelente proyección, excelente sonido y en un ambiente por demás agradable”. Dentro del complejo se encuentra la sala Ñ, que contará con el auspicio de la revista. Respecto del criterio de selección que regirá esta sala en particular, Petrozzino afirma que “no diferirá en calidad al de las otras dos; la idea es organizar ciclos con diferentes propuestas que representen el espíritu del nombre”.
También es importante el sistema de rotación y permanencia de los títulos en cartel. “La primera premisa es sostener las películas, aun cuando las que estén llegando puedan ser potencialmente un negocio mayor”, dice Rovito. “Queremos tener una gran cantidad de títulos en exclusiva. Lo hemos logrado para la apertura, con una programación que expresa claramente lo que queremos ofrecer: La Teta asustada, de Claudia Llosa, primera película latinoamericana que gana el Oso de Oro en el Festival de Berlín; el documental El telón de azúcar, de Camila Guzmán, y El asaltante, de Pablo Fendrik, una joya que no encontraba espacio de exhibición. En las trasnoches se proyectará Luca, de Rodrigo Espina". Para un futuro próximo están confirmadas Entre los muros, de Laurent Cantet, ganadora del festival de Cannes 2008, y el estreno de La sangre brota, último film de Pablo Fendrik.
El valor de las entradas generales será de $16, con descuentos para jubilados y estudiantes, y promociones diarias de 2x1 para todas las funciones.


Artículo publicado originalmente en la revista Ñ.

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