Por el lado de los hombres, quien parece llevar una cómoda delantera es Chadwick Boseman, protagonista de La madre del blues, un favoritismo que se alimenta de factores extra cinematográficos. Es que Boseman murió víctima del cáncer en agosto de 2020, unos meses antes del estreno de la película vía Netflix. A eso se suma que el actor había logrado convertirse en un símbolo para la comunidad negra, gracias a su interpretación del superhéroe Pantera Negra en la película homónima, que de forma inesperada se convirtió en una de las más taquilleras de la historia. Ambos elementos potencian el peso de su actuación, intensa pero decididamente pasada de rosca, convirtiéndolo en el depositario ideal para uno de esos gestos de sensiblería y corrección política que tanto le gustan a la no menos sobreactuada familia de Hollywood.
Aunque hay otras buenas actuaciones en la categoría de Mejor Actor Protagónico, como las del británico Riz Ahmed y su baterista sordo en El sonido del metal; el coreano Steven Yeun en Minari o el siempre efectivo y también británico Gary Oldman en Mank, hay un solo candidato que a priori parece hacerle sombra a Boseman. Se trata del inoxidable Anthony Hopkins (otro británico), que se luce interpretando a un anciano con Alzheimer en ese tour de forcé que es El padre, film capaz de deshidratar a más de un espectador a fuerza de exprimirle las lágrimas. Esta también es la sexta nominación para Hopkins, quien se llevó su único Oscar en la primera de ellas, por El silencio de los inocentes en 1992.
Algo similar ocurre en la categoría femenina con Viola Davis, protagonista de La madre del blues, que parece la única adversaria de peso para McDormand. Su interpretación de Ma Rainey, pionera del blues, es lo mejor que tiene una película signada por excesos de todo tipo. Esta es la cuarta nominación para Davis, quien ya tiene en su casa el Oscar como actriz de reparto que ganó en 2017 por Fences. De las otras tres candidatas, la que parce tener todavía un poco de resto para pelearle a las favoritas es la inglesa Carey Mulligan, por su trabajo en Hermosa venganza; un poco por su desempeño y otro poco por la temática de un film que se atreve a tomar riesgos para poner en escena la agenda feminista. Las últimas candidatas son Andra Ray, por su interpretación de otra prócer de la cultura negra en Los Estados Unidos vs. Billie Holiday, y Vanessa Kirby por Fragmentos de una mujer. Sus candidaturas parecen meramente testimoniales, pero en Hollywood nunca se sabe.
Artículo publicado originalmente en la sección Espectáculos de Página/12.
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