sábado, 15 de agosto de 2015

CINE - Entrevista con Alejadro Goic, uno de los protagonistas de "Los 33": "Piñera quiso actuar en la película. Elocuente, ¿no?"

El actor chileno Alejandro Goic es uno de los protagonistas de Los 33. En la película interpreta a Franklin Lobos, una de las caras más reconocidas entre el grupo de mineros atrapados en la tragedia de San José en 2010 debido a su pasado como futbolista. Goic es, además, un ciudadano políticamente activo, que militó a favor de la candidatura de Michelle Bachelet en las últimas elecciones presidenciales (el día anterior a las elecciones grabó un video junto a Antonio Banderas en el que le desean suerte a la ahora presidente) y una de las pocas voces dentro de Chile en afirmar que la película representa una herramienta política utilizada para el relanzamiento electoral de Sebastián Piñera, uno de los hombre más ricos del planeta (ocupa el puesto 737 del ranking de la revista Forbes). Uno de los pocos que en Chile se atrevió a apoyar públicamente la posición que sostuvo el crítico Leopoldo Muñoz en un artículo que el diario Las Últimas Noticias esta sospechado de haber censurado. "El arte del cine ha sido político desde sus inicios, directa o indirectamente", sostiene Goic. "Desde El nacimiento de una Nación de Griffith y El acorazado de Potemkin de Eisenstein; del cine proselitista a la propaganda ideológica, y hasta el entretenimiento puro juega un papel político. "A la hora de entender el sesgo ideológico que le atribuye a la película, para Goic es revelador el discurso que dio el empresario Carlos Eugenio Lavín, principal productor chileno de Los 33 y actualmente procesado bajo los cargos de financiar de manera ilegal las campañas de varios políticos, en una ceremonia en el Palacio La Moneda durante el rodaje de la película en Chile, invitado junto al elenco por el entonces presidente Piñera. Goic cita las palabras de Lavín: "Los 33 es una película optimista, que mira el futuro… no como otras que hablan del pasado." "Para la derecha pinochetista", afirma el actor, "ese pasado del que habla Lavín son las transgresiones a los Derechos Humanos. Es un eufemismo que connota los crímenes, torturas y desapariciones ejecutados por el Estado chileno durante la dictadura de la derecha chilena encabezada por su mercenario, Pinochet."  

-¿Qué elementos permiten entender a Los 33 como una "herramienta de propaganda"?
-La película es maquiavélicamente política por lo que omite, por lo que destaca y lo que tergiversa. La razón del "accidente" fue la falta absoluta de seguridad de la mina San José; los mineros, con los cuales tuve la oportunidad de compartir mucho tiempo, me contaron que eran conocidos como los "kamikazes". Arriesgaban su vida por llevar pan a sus hogares. Era vox populi que la mina no contaba con la mínima seguridad. El presidente del sindicato se reunió entonces con el recién nombrado ministro de Minería (Laurence Golborne, que en la película aparece como un héroe) para denunciar la falta de seguridad y pedir el cierre temporal de la mina hasta que se tomaran las medidas que la hicieran segura. Fueron despachados sin solución. Reiteraron su petición pero el "héroe" había partido de viaje por un mes al Mundial de Sudáfrica. La responsabilidad de la seguridad era de los empresarios (que curiosamente son los únicos que en la película no aparecen con sus nombres reales) y del gobierno, es decir Golborne y Piñera. Eso no lo cuenta la película. Es triste ver que el personaje de Luis Urzua, interpretado por Lou Diamond Phillips, dice: "fue mi culpa, por no chequear las escaleras de escape". ¡Una escalera de escape que se acababa a los 30 metros, cuando la salida al exterior estaba 670 metros más arriba! Una forma de endosarle a Urzua, el capataz, una responsabilidad que en realidad era de los empresarios y del gobierno de turno.  
-¿Por qué sostenés que el estreno de la película en Chile representa la plataforma de relanzamiento de Piñera?
-Porque lo fue de manera ostensible, ya sea por el lugar elegido para realizar la Avant Premiere, a la que no fui invitado, (el Teatro Municipal de Las Condes, que es la comuna más rica de Chile y cuyo alcalde es dirigente de la UDI, partido de extrema derecha pinochetista), como por la puesta en escena, que le reservó a Piñera la presencia protagónica. Una certeza que se corrobora en el hecho de que el mismo Piñera viaja para presentar en persona el estreno en distintas regiones del país. Entre paréntesis: se sabe que Piñera quiso actuar en la película. Elocuente, ¿no? 
-¿Cuál creés que sería el interés de Lavín para invertir casi 20 millones de dólares en Los 33?  
-Dinero y poder. Y un magnífico negocio: 1700 millones de personas vieron y se emocionaron con el rescate de los mineros. Es decir, un marketing soñado, insuperable para la candidatura presidencial de Piñera, de quien es íntimo amigo y socio político. Todo apunta a estos motivos. Otras motivaciones personales habría que preguntárselas a él, en la cárcel.  
-¿Qué pensás acerca del atropello que acaba sufrir Muñoz?
-En Chile la extrema derecha monopoliza la prensa diaria y el control ideológico es casi paranoico. Ese contexto explica el celo censurador, incluso en la crítica de cine. Debo decir con tristeza que al respecto no ha habido una reacción significativa ni de sus colegas ni de la ciudadanía, ni del mundo del cine. Su decisión es un acto valiente de integridad, una virtud escasísima. Se respira un poco mejor gracias a Leopoldo. 

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo.

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