domingo, 9 de noviembre de 2014

DISCOS - "Nevermind", de Nirvana (1991): En la puerta de la globalización

Apenas tenía 21 cuando mi amigo Daniel me propuso comprar a medias el disco de una banda nueva que eran como los nuevos Sex Pistols, o algo así, según él mismo había escuchado no sabía dónde. Así de vagas eran las referencias que sobre cualquier tema solíamos darnos por entonces, cuando la tecnología digital todavía no era el pan nuestro de cada día y las certezas venían en su viejo envase analógico. Daniel solamente dijo eso y me pareció que la propuesta era muy ventajosa: yo me quedaría con el disco original y él se llevaría un cassette con la copia. Y como la idea era suya podía aprovecharme de mí amigo sin culpa. Nunca había escuchado nada de esa banda, ni siquiera su nombre, que sonaba exótico para ser punk norteamericano, aunque el título del disco trazaba una línea gruesa que llegaba hasta Londres, 1977. En aquel verano de 1992 todavía no sabíamos qué significaba grunge, Seattle era una ciudad desconocida y definitivamente nadie usaba bermudas anchas ni camisas leñadoras, pero antes de que llegara al invierno todo el mundo tenía puesto el uniforme. Ahora pienso que aquel fue el primer paso de la globalización, pero no le vamos a echar la culpa a Nirvana.  

Columna publicada originalmente en el suplemento Cultura de Tiempo Argentino.

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