jueves, 29 de mayo de 2014

LIBRO - "Informe sobre ectoplasma animal", de Roque Larraquy y Diego Ontivero: Phantom politikón

Parece sencillo pensar parte de la historia argentina del siglo XX como una historia de fantasmas. Fácil en los papeles y hasta se puede decir que es una idea original. Sin embargo lo complicado, como siempre, es pasar del aire a la materia, del simple concepto a la complejidad del tejido textual. Concretar un libro a partir de aquella idea requería de una delicadeza, de un ingenio y un arte infrecuente. Pero el arte, espíritu celoso e infalible, sabe bien cómo elegir a sus interpretes y esta no es la excepción. Informe sobre ectoplasma animal, libro extraño firmado en tándem por el escritor Roque Larraquy y el ilustrador Diego Ontivero, es una obra inclasificable que tanto puede ser abordada desde lo literario como desde el diseño y la ilustración o, mejor todavía, como un objeto integral que, igual que un laberinto, invita a perderse entre los corredores de su relato.
Construido a partir de fragmentos que Larraquy y Ontivero han reunido en las cuatro secciones que componen el libro, Informe sobre ectoplasma animal gira alrededor de una serie de experiencias de la Sociedad Ectográfica Argentina, una organización que entre los últimos años del siglo XIX y las primeras tres décadas del siglo siguiente se dedicó a estudiar las manifestaciones ectoplasmáticas, supuestas huellas que los cuerpos vivos dejan en el mundo al morir a través de esa materia invisible a simple vista. El ectoplasma sería una suerte de eco que la materia deja al desaparecer, suerte de fantasmas inertes que se empeñan en ocupar los espacios que los cuerpos transitaban durante su existencia. Los textos de Larraquy y las ilustraciones de Ontivero (que van del Art Decó al Futurismo, y que pueden saltar de cierto formalismo a otras de estilo proto digital) recrean el extraño universo científico de una época en que ciencia y mística se confabulaban para crear las disciplinas más estrafalarias.
 J. Rodolfo Wilcock describió a su libro de relatos El estereoscopio de los solitarios como "una novela con setenta personajes principales que nunca llegan a conocerse". Aunque la estructura de ese libro y la de Informe sobre ectoplasma animal son distintas, hay algo de esa idea de relato único astillado, de dispersión, que ambos libros comparten. Y ese no es el único puente que se tiende entre ellos: el trabajo de Larraquy y Ontivero también parece disfrutar de generar humor a partir de connotar lo inesperado. “El Informe es un libro fragmentario, organizado a partir de una cronología no lineal, que a contrapelo de estas formas exige una lectura no dispersiva, lineal”, afirma Larraquy. “Hay una idea obstinada de construcción de mundo y una propuesta de abordaje que opera al modo de una sedimentación paulatina. Wilcock pudo haber sido una influencia importante si lo hubiera leído: tengo planes de hacerlo en lo inmediato”, completa el autor con picardía, mientras reconoce otras influencias. “Como puntos de referencia pienso en Stanislaw Lem y Theodore Sturgeon, por la representación calculada de un determinado mundo; Macedonio, Filloy y Emar, por el trabajo con el contorno de la frase; y en Vidas imaginarias de Marcel Schwob por su relación oblicua con la serie histórica”, confiesa. 
La cuestión formal también es importante en un libro que combina texto con imagen y Ontivero, en tanto ilustrador, lo sabe muy bien. “Coincidimos en pensar al libro como una novela”, dice el diseñador. “Los modelos que consideramos provinieron del universo enciclopédico, de la pseudociencia de finales del siglo XIX y del análisis de la obra de artistas excepcionales como Eduardo Chillida o Alberto Giacometti. Comprender la relación de sus obras con el contexto; cómo contienen y recortan la realidad o la relación dinámica entre forma y contraforma que generan sus trabajos, estuvo muy ligada a pensar en esas obras.” 
El libro ofrece bellísimas imágenes de una poesía espectral y juguetona. De qué otro modo se puede describir la idea de pensar a la gran llanura pampeana como el lecho de un viejo océano seco, en el que todavía, si se los sabe buscar, es posible hallar los espectros inmutables de cardúmenes prehistóricos. Pero lo más notable de Informe sobre ectoplasma animal radica en el modo en que los autores aprovechan el tema de estos cazafantasmas animales para trazar un mapa de la historia de los primeros golpes de estado en la Argentina, ubicando algunos de sus relatos el mismo día en que la Revolución Libertadora derroca a Perón; o los textos incluidos en la parte IV del libro, en donde las cartas que la conforman realizan una cronología tan detallada como subrepticia de la semana en que Uriburu derroca a Yrigoyen. Ninguno de estos hechos es nombrado directamente pero sobran las referencias. Descubierta la conexión es inevitable intentar una lectura que dé a las apariciones fantasmáticas un valor metáfórico de esos acontecimientos que el libro expone de manera asordinada. 
 “Cualquier libro que ubique su territorio narrativo en una fecha del pasado produce un efecto de diálogo con la serie histórica”, reconoce Larraquy. “Creo que la historia argentina es importante en el texto como punto de fuga, como lectura contemporánea del pasado, como apertura a un real, pero también como marca visible de una potencial lectura ideológica”, continúa y va más allá. “Me atrae trabajar desde la ficción el sincretismo entre racionalidad moderna y pensamiento mágico presente en las posiciones más reaccionarias de la historia nacional, y creo que los golpes de estado son puntos de inflexión donde este sincretismo se revela en toda su intensidad, bajo un sino trágico.” 
En ese sentido, el libro encuentra un brillante paralelismo entre el destino de esa Sociedad Ectográfica y el de la Argentina: “Buscamos construir un modelo institucional en escala, el de la Sociedad Ectográfica, que se extingue en consonancia con las instituciones del estado y la democracia; no se trata de una relación directa, sino de un procedimiento que, atravesado por un cierto sentido del humor (no sé si el libro contiene elementos de absurdo) permite un acceso desacralizado a toda una serie de temas con resonancia política propia: la construcción de normativas y hábitos institucionales, las relaciones con el poder, las conspiraciones.” Lo dicho: Informe sobre ectoplasma animal es una respuesta inesperada a aquellos que no se cansan de ver fantasmas en la historia argentina.

Versión ampliada del artículo publicado originalmente en las sección Cultura de Tiempo Argentino.

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