sábado, 8 de marzo de 2014

CINE - 17° Festival Internacional de Cine de Punta del Este: América Latina de perfil


“Uruguay es un país pequeño pero orgulloso: orgulloso de su estabilidad política, de su tranquilidad, de sus hazañas deportivas, de sus leyes sociales, de su música y su literatura y, más recientemente, de su cine.” De esta manera, serena, pero sin eludir un claro posicionamiento político, Alejandra Trelles, programadora de la tradicional Cinemateca Uruguaya, definió sintéticamente qué es lo que se entiende cuando se habla del ser uruguayo. Deconstruir la identidad del Uruguay fue la forma que eligió Trelles para presentar hace unos días la programación de la decimoséptima edición del Festival Internacional de Cine de Punta del Este, que se inaugura hoy y se extenderá hasta el domingo 16. Una identidad que para los argentinos es un espejo inevitable al otro lado de un río que a la vez une y separa y al que desde esta orilla se suele mirar no pocas veces: en lo político, en lo deportivo y en lo cultural, espacio vasto que por supuesto incluye a la producción cinematográfica. Pero también fue una declaración de principios, la forma de comenzar a justificar el perfil cada vez más regional que este tradicional encuentro de cine a orillas del mar va reafirmando año tras año.
Para corroborar que este festival busca hacerse fuerte en la construcción de una programación sólidamente latinoamericana, sólo se necesitan hacer algunos números. Alcanza nomás con decir que de las cuarenta películas que conforman la grilla de esta edición, las nueve que integran la competencia, diecisiete de la sección Panorama, más cuatro largometrajes y un mediometraje de producción local, son producciones realizadas por distintos países de America latina. Si a eso se le suma otro largometraje coproducido con capitales uruguayos, brasileños y alemanes, puede concluirse que casi el 75 por ciento de la programación de este festival es latinoamericana. Dentro de estas virtuales tres cuartas partes de la programación se destaca la importante presencia de producciones argentinas.
La Competencia Oficial está integrada por nueve películas procedentes de la Argentina, Brasil, Perú, Paraguay, Chile, Venezuela y México: Bomba, dirigida por el también escritor y guionista Sergio Bizzio; Tatuaje, ópera prima del brasileño Milton Lacerda, quien como el argentino ha desarrollado su carrera como guionista, y también de Brasil se proyectará Flores raras, de Bruno Barreto, director de la recordada Doña Flor y sus dos maridos. La competencia se completa con la mexicana Las lágrimas, de Pablo Delgado Sánchez; Cuchillos en el cielo, de Alberto Chicho Durant, de Perú; la coproducción entre Venezuela y España La distancia más larga, de la directora Claudia Pinto, elegido mejor film latinoamericano en el Festival de Montreal; la chilena I Am from Chile, de Gonzalo Díaz, y la también coproducción, en este caso paraguayo-argentina, Lectura según Justino, ópera prima como director del popular actor Arnaldo André. Como se puede ver, una amplia variedad de orígenes y propuestas que soportan el espíritu regional de la programación.
De la Argentina también se proyectarán, fuera de competencia, los importantes trabajos de dos directoras. Se trata de Habi, la extranjera, historia de iniciación adolescente y relato costumbrista de Florencia Alvarez, y la inquietante Deshora, gran debut en la dirección de la salteña Bárbara Sarasola-Day. Ambos trabajos, como el film de Bizzio, formaron parte de la Competencia Argentina del último Bafici y las dos directoras se encuentran entre los invitados al festival. También se verá Condenados, dirigida por Carlos Martínez y protagonizada por la gran Ingrid Pellicori, que retrata de qué forma el ingenio y el humor fueron herramientas de resistencia para un grupo de presos políticos en los Pabellones de la Muerte. Actriz y director estarán presentes en el festival para presentar la película. El último de los films nacionales que forman parte de la programación será la comedia Mar del Plata, dirigida por Sebastián Dietsch y Jonathan Klajman. Atendiendo a las cinco películas que componen este bloque argentino (cinco y media, si se toma en cuenta la coproducción dirigida por André), puede concluirse que los programadores se han inclinado por trabajos que, por género, tono narrativo o perfil temático, cuentan con herramientas suficientes para generar rápidamente un vínculo con el espectador.
Por diferentes motivos, es necesario destacar las películas de apertura y cierre de esta edición número 17 del Festival de Punta del Este. El honor de inaugurar el encuentro le corresponde al documental uruguayo Maracaná, de los directores Andrés Varela y Sebastián Bednarik, que revive la epopeya de la selección uruguaya campeona en el Mundial de Fútbol de Brasil del año 1950. Una forma de ir poniéndole clima desde el cine a este año también mundialista, en el que la copa volverá a disputarse en estadios brasileños. Por su parte, el honor de bajarle el telón al festival le corresponderá a Vivir es fácil con los ojos cerrados, película con la que David Trueba se quedó hace muy poco con el premio Goya a la mejor dirección. El director español también estará presente en el festival. También ganadora de un Goya, en este caso al mejor documental, Las maestras de la República, de Pilar Pérez Solano, repasa el rol preponderante que tuvieron las maestras republicanas en la democracia de la Segunda República y será una buena excusa para celebrar el Día de la Mujer, que en la República Oriental se celebra hoy.
Dentro del panorama internacional debe remarcarse la presencia de la última ganadora de la Palma de Oro en Cannes, la delicada y provocadora La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche, un retrato del amor entre dos muchachas interpretadas por Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux. Justamente sus actuaciones obligaron al jurado del festival francés a tomar la inédita decisión de que la palma dorada no sólo fuera para la película, sino también para las actrices. La presencia internacional se completa con Stand Clear of the Closing Doors, de Sam Fleischner; Un amor entre dos mundos, coproducción franco-canadiense que combina romance y ciencia ficción dirigida por Juan Solanas y con Kirsten Dunst en el rol protagónico, y la mexicana Después de Lucía, de Michel Franco, ganadora hace unos años de la sección Un Certain Regard, en Cannes, que aborda de manera por lo menos discutible la creciente problemática del “bullying”, a través de la truculenta historia de una adolescente que además del acoso de sus compañeros de escuela enfrenta una tragedia familiar.
El festival también sirve para poner de manifiesto el buen momento que atraviesa el cine oriental, al menos desde la producción. Entre las películas uruguayas presentes se destacan El padre de Gardel, documental que intenta aclarar el oscuro y disputado origen del Zorzal, y El lugar del hijo, nuevo largometraje del director de La perrera, Manolo Nieto, que viene de recibir tres premios en el Festival de La Habana y de participar de los de Toronto y Rotterdam. De esta manera, el decimoséptimo Festival Internacional de Cine de Punta del Este tiene todo listo para dar esta noche el puntapié inicial, metáfora futbolística que en el año del Mundial y en la tierra de los héroes del Maracanazo, no puede ser más oportuna.

 Artículo publicado originalmente en la sección Cultura y espectáculos de Página/12. Clik ACA para ver publicación original.

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