miércoles, 11 de septiembre de 2013

CINE - Semana el cine vietnamita en Buenos Aires: Entrevista con Ricardo Le, agregado cultural de Vietnam en la Argentina

Como parte de las actividades de la semana de Vietnam en Argentina, organizadas para celebrar los 40 años de relaciones bilaterales entre ambos países, hoy al mediodía en el cine Gaumont, se dará comienzo a la Semana de Cine Vietnamita. Participarán de la apertura el secretario de Cultura de Presidencia de la Nación, Jorge Coscia; el embajador vietnamita en Argentina, Nguyen Van Dao; la directora Nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional, Mónica Guariglio; la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Arte Audiovisual (INCAA), Liliana Mazure. El secretario y agregado cultural Ricardo Le fue el encargado de dialogar con Tiempo Argentino, para iluminar algunos aspectos de una cinematografía desconocida incluso para un público cinéfilo como el de Buenos Aires. “Esta es una gran oportunidad para nuestro cine y para estrechar todavía más los nexos entre la Argentina y Vietnam, específicamente en el sector cultural”, confiesa Le y cuenta que “el vietnamita es un cine joven, fundado en los años 50, y las películas incluidas en el ciclo representan distintas épocas de nuestra historia a partir de entonces.” 
No escapa a casi nadie que Vietnam fue uno el campo de batalla de una de las guerras más terribles del siglo XX, en la que el ejército revolucionario de este país consiguió derrotar a los Estados Unidos, la más grande potencia bélica de todos los tiempos, en su lucha por la libertad y la autodeterminación. “Nuestra historia ha pasado por muchas guerras. La última fue con los Estados Unidos, pero antes debimos librarnos del colonialismo francés”, afirma Le. El cine vietnamita acompañó y retrató las diferentes etapas de la historia de este país también joven, cuya independencia fue declarada en 1945 pero reconocida internacionalmente 9 años después. “Los años 50 fueron duros para el pueblo vietnamita, y la primera película que se presenta en el ciclo, Un ave paseriforme, retrata aquella época.” “Ya en los 60 la agresión norteamericana comenzó a ser el tema inevitable. Películas como Campo desierto o La niña de Hanoi retratan los sufrimientos que debió pasar el pueblo vietnamita como consecuencia de esa guerra”, completa Le.

-La selección muestra lo que significó esa guerra para Vietnam, pero la película No quemar ofrecer una mirada tan consciente del propio dolor como comprensiva del dolor enemigo. ¿Fue difícil aceptar esa otra cara de aquel enemigo?  
-Para nosotros era difícil ver esa otra cara. Durante la guerra el pueblo vietnamita realizó un esfuerzo enorme que nos obligó a enfocarnos en ese punto de vista, porque nos avalaba la razón y una causa justa. Entonces recibimos un apoyo internacional que no se limitó a los países amigos. En los propios Estados Unidos había enormes manifestaciones contra la guerra y fue muy importante el apoyo que recibimos de ellos, que también tenían motivos justos para sostener estos movimientos antibélicos. Hoy podemos reconocer el dolor del enemigo en aquellos que reclamaban que sacaran de Vietnam a sus hijos, a sus padres, a sus maridos, o en los soldados que tuvieron que pelear una guerra que no era las suya sino la de sus jefes.  
-La guerra de Vietnam es uno de los temas más frecuentes del cine estadounidense. ¿Cómo es la relación del espectador vietnamita con ese registro de la guerra?  
-Entendemos que cada régimen intenta encontrar los pretextos para justificar sus actos y sabemos que no tenemos posibilidad de cambiar su modo de pensar. Todavía somos pobres y débiles en tiempos de medios de comunicación, no somos masivos y eso supone una desventaja frente a esa propaganda. Pero la historia moderna ha demostrado que los amantes de la paz comparten nuestro punto de vista.  
-En Campo desierto llama la atención que los actores que interpretan a los norteamericanos también son vietnamitas. ¿Por qué?
-Durante la guerra existía un gobierno reconocido mundialmente establecido en Saigón, en el sur de Vietnam. Se trataba de un régimen de funcionarios vietnamitas manejado por los Estados Unidos y sólo reconocido por sus aliados, que intentaba establecer un gobierno soberano para manejar todo el territorio. Para conseguirlo trataron de vietnamitanizar la guerra, intentar legitimarla convirtiéndola en un conflicto entre dos bandos vietnamitas. Lo que la película muestra es que el ejército enemigo también contaba con muchos vietnamitas en sus filas.  
-¿Cómo evolucionó la industria del cine vietnamita desde los años 50 hasta hoy?
-Durante la guerra el cine no sólo aportaba al valor estético y cultural, sino también al valor revolucionario. El cine formaba parte del apoyo espiritual en aquella lucha. Cuando se consigue la paz y la unificación del país, el cine nos acompañó en esa nueva época, y se convirtió en una herramienta útil para reflexionar sobre los males que se derivan del proceso de occidentalización de Vietnam.  
-¿En qué consiste ese proceso?  
-En una apertura económica y una integración internacional que se viene realizando desde 1986, que nos ha aportado valores de otros países y que nosotros intentamos adaptar a los nuestros. Lamentablemente siempre hay un lado negativo que acompaña cualquier beneficio, que se genera como consecuencia secundaria del proceso de globalización. Los problemas de drogas o prostitución son nuevos temas que también se reflejan en nuestro cine.  
-¿Cuál es el objetivos de este tipo de semanas de fomento cultural en otros países?  
-Tratamos de llegar al público con un cine inocente, pero capaz de transmitir lo que ha atravesado nuestro pueblo y una imagen vietnamita pacífica. La cultura es fundamental para conectar seres humanos, porque no tiene límites ni fronteras. Y también quisiéramos que el cine argentino estuviera más presente en nuestro país, porque la imagen argentina es muy querida en Vietnam.
 -¿Por qué?  
-Bueno, yo de niño soñaba con venir para acá, porque me estimulaba mucho la imagen de Maradona. En Vietnam éramos fanáticos de Argentina durante los mundiales de fútbol de 1986 y 1990. Ahora hay en Vietnam dos restaurantes argentinos, donde se puede disfrutar del asado: ya ves como las bases culturales nos aproximan y nos permiten ser más comprensivos.

La programación día por día

Todas las películas se proyectan a las 19 en el Cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635.



Jueves 12 de septiembre: Un ave paseriforme de Nguyen Van Thong (1962)
La pequeña Nga y su padre viven de la pesca en la orilla de un río. Este, además, tiene el deber secreto de ayudar a los revolucionarios a atravesar el río para cumplir sus misiones, y, a pesar de su edad, Nga quiere asistir a su padre a transportar a los guerrilleros. Los enemigos franceses sospechan que la familia tiene vínculos con la Resistencia.

Viernes 13 de septiembre: Campo desierto de Nguyen Hong Sen (1979)
La historia se centra en una pareja y su hijo pequeño, que viven en una cabaña situada en las aguas de la llanura. Fueron designados por la Revolución Vietnamita a mantener las líneas de comunicación militar. En esta obra, se describen los crímenes del imperialismo de los Estados Unidos y se expresa, profunda y entrañablemente, el amor familiar existente en las relaciones entre el padre y su hijo, el marido y su esposa, atravesando un guerra y sus constantes peligros.

Sábado 14 de septiembre: La niña de Hà Ni de Hai Ninh (1974)
Este filme retrata la vida en la capital de Vietnam, Hà Ni, en 1972. Ese año, las fuerzas aéreas de los Estados Unidos llevaron a cabo la operación Linebacker II, que implicó el bombardeo de Vietnam del Norte. En ese momento, la niña Ngoc Ha pierde a su familia. La calle donde vivía fue uno de los lugares más afectados, y se convirtió en un campo de batalla donde las tropas y el pueblo hanoiense se unieron en la lucha contra las fuerzas aéreas estadounidenses.

Dómingo 15 de septiembre: Octubre, ¿cuándo vendrás? De Dang Nhat Minh (1984)
De regreso a su casa desde la frontera sudoeste, Duyen lleva un dolor indescriptible: su marido ha muerto. Sin embargo, lo oculta frente a todos los miembros de su familia, especialmente a su suegro, que se encuentra enfermo. Sin embargo, llegado un punto, Duyen no puede seguir ocultando la triste noticia.
Lunes 16 de septiembre: Extrañando la campiña de Dang Nhat Minh (1995)
Ngu y Nham, su cuñado, realizan tareas en el hogar familiar, puesto que su marida trabaja lejos de casa. Nham es un muchacho muy joven y comprende la situación de Ngu. Además, se encuentra Quyen, una chica que huyó del país, que actualmente se encuentra de visita y siente una profunda pasión por el paisaje y la gente de su aldea. La película trata del amor a la tierra natal, aun cuando se vive lejos, en distintas situaciones.

Martes 17 de septiembre: La historia de Pao de Ngo Quang Hai (2005)
Pao creció y fue criada por Kia. Durante su niñez, odiaba a su padre y no comprendía las actitudes de su madre, Sim, que abandonaba a sus hijos para buscar negocios en el mercado. Luego de algunos acontecimientos, Kia desaparece y todos imaginan que se ha suicidado.  Pao se ve obligada a ir en busca de su madre, Sim. En esta búsqueda, descubre que Kia no ha muerto y vive en otra aldea con un nuevo amor.

Miércoles 18 de septiembre: No quemar de Dang Nhat Minh (2009)
La historia está basada en El Diario de Đng Thuy Tram, escrito durante la guerra por una joven doctora de  Hà Ni. A los 24 años, Đng Thuy Tram se ofreció a trabajar en los campos de batalla en la provincia de Quang Ngai. Fue asesinada por fuerzas estadounidenses y un oficial descubrió su diario. Cuando estaba a punto de tirarlo al fuego, un oficial vietnamita le dijo: “No queme esto, tiene fuego en ello”. Contra las regulaciones, el oficial logró mantener el diario durante treinta y cinco años, hasta que se lo entregó a la madre de Đng Thuy Tram, en 2005. Cuando fue publicado en Vietnam, causó sensación nacional y se convirtió en un best-seller al poco tiempo. Se trata de un filme que permite conocer esta atrapante historia bélica.
 

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino. 

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