lunes, 24 de septiembre de 2012
CINE - Terminó el 1° Festival Internacional de Cine de UNASUR: Premios para todos
Finalmente el Primer Festival Internacional de Cine de UNASUR tocó su noche final y hubo festejo para muchos. Porque este encuentro que intenta impulsarse como un encuentro regional de fuste dentro de la actividad cinematográfica repartió gran cantidad de premios en sus tres categorías competitivas: Cortometrajes, Largometrajes de Ficción y Documentales. Hasta puede decirse que demasiados, atendiendo a que se trata de un evento recién nacido y de programación pequeña, pero sin dudas se trató de un intento de convertir a esta primera edición en una fiesta compartida antes que el ensalzamiento de unos pocos ganadores. Aunque la generosidad puede haber sido un gesto oportuno esta vez, los organizadores deberán evaluar la posibilidad, menos políticamente correcta, de que un festival competitivo involucra la certeza de muchos compitiendo por un gran premio, en donde el sólo hecho de participar es ya de por si un logro y un mérito. Lo que no caben dudas es que los ganadores de los grandes premios en cada categoría han sido justos.
Sobre todo en los apartados de cortos y largos de Ficción. No es que en la sección documental se haya cometido ninguna injusticia, pero fue curioso que que El etnógrafo de Ulises Rosell, una de las grandes películas argentinas de este año y gran favorita de la categoría, no resultara ganadora. Aun a pesar de haberse llevado los premios a mejor dirección y fotografía. O que grandes trabajos como Papirosen, de Gastón Solnicki, y Sibila de Teresa Arredondo, no lograran siquiera uno de los premios menores. Dicho esto sin perjuicio de dudar de la validez de las menciones entregadas y los ganadores elegidos. En este caso el de Mejor Película fue compartido por dos filmes muy intensos: el colombiano Nacer, dirigido por Jorge Caballero, y Con mi corazón en Yambo, conmovedor y durísimo trabajo en primera persona de la ecuatoriana María Fernanda Restrepo. Lejos de sembrar dudas sobre la legitimidad de los premios, todas estas observaciones no hacen sino confirmar el altísimo nivel de la selección realizada para esta competencia de documentales.
Por su parte, en la categoría cortometrajes la gran ganadora resultó la argentina María Alché, conocida sobre todo por algunos trabajos como actriz en televisión y por interpretar el papel protagónico en la película La niña santa, opus dos de Lucrecia Martel. Presentándose aquí como directora y guionista del corto Noelia, Alché se llevó el premio a la mejor película de la competencia y la mención como Mejor Directora. También se alzó con el reconocimiento a Mejor Actriz por el trabajo de su protagonista, Laila Maltz.
La categoría de Mejor Largometraje de Ficción tampoco estuvo exenta de pujas intensas, o al menos eso parece desprenderse del reparto de su gran premio y de las menciones. La ganadora resultó la argentina Infancia clandestina, de Benjamín Ávila, favorita incluso desde antes de que comenzara el festival. La película, que cuenta la vida dentro de la resistencia montonera en 1979 desde los ojos de un nene de 11 años, se estrenó comercialmente el jueves pasado y su visión es altamente recomendada. El principal rival de Infancia clandestina en la decisión de los jurados sin dudas resultó El último Elvis, logrado debut cinematográfico de Armando Bo (nieto), que se llevó las menciones a mejor guión, vestuario y dirección de arte. Mientras que las chilenas Violeta se fue a los cielos, de Andrés Wood, y El año del tigre, de Sebastián Lelio, se llevaron dos premios cada una, entre ellos mejor actriz y mejor actor respectivamente.
Ha pasado la primera edición de este Festival Internacional de Cine de UNASUR, con la promesa y el compromiso de sus responsables de volver a realizarse el año que viene nuevamente, aquí en San Juan.
Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.
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