miércoles, 1 de junio de 2011

LIBROS - Poesía ante la incertidumbre, entrevista con Ana Wajszczuk: Frente a la crisis, palabras

Los tiempos de crisis suelen ser también épocas donde la creación, la sensibilidad y el pensamiento cobran una fuerza abrumadora que en la calma pocas veces alcanzan. Ya hace muchos meses que la crisis, animal de costumbres nómades, se acomodó en las tierras de Europa, con su cría de ruina y miseria extendiéndose de a poco por cada rincón. Contra ese estado de situación, ocho jóvenes poetas de España y Latinoamérica se unieron en un proyecto común, un libro que bajo el título Poesía ante la incertidumbre, acaba de ser publicado de forma simultánea en cinco países y pretende recuperar el espíritu combativo que la poesía supo tener en tantos otros tiempos de convulsión.
Son los españoles Raquel Lanseros, Daniel Rodríguez Moya y Fernando Valverde; del mexicano Alí Calderón, la colombiana Andrea Cote, el salvadoreño Jorge Galán, el nicaragüense Francisco Ruiz Udiel y la argentina Ana Wajszczuk, quienes además del idioma y de la trayectoria literaria, comparten una misma visión del género. Poesía ante la incertidumbre es un volumen antológico que reúne textos de los ocho poetas, que abre con un manifiesto titulado “Defensa de la poesía”. Allí, los autores se refieren a la “incertidumbre de estos tiempos”, que “parece abarcarlo todo: la política, la moral, la economía, las nuevas formas de comunicación que paradójicamente han provocado una mayor incomunicación”. Y por ello, consideran necesario “hacer un alto en el camino” y establecer una cercanía “menos artificial y más humana”, a lo que, entienden, puede contribuir la poesía.
Se trata entonces de la poesía entendida como un instrumento ágil y eficiente para operar sobre la realidad en tiempos de crisis (y más allá). “En principio, creo que todos los tiempos son de crisis”, dice Ana Wajszczuk, la argentina cuyos textos forman parte de la selección de Poesía ante la incertidumbre. “La poesía me parece que puede ser una herramienta para abrir otras miradas, en principio, que no pasan por la razón: algo que resuena e inquieta sin que los mecanismos racionales lo apresen y lo encasillen.”

–Algunos de tus textos incluidos en el libro remiten a otras crisis, momentos tremendos como los que atravesó Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, que seguramente tienen que ver con una historia personal. ¿En qué creés que un canto a ese pasado terrible y propio puede ayudar con la miseria del presente?
–No sé si puede ayudar, pero considero inevitable preguntarse por esto, que es insoluble. Al menos para mí es un tema inevitable, no sólo por mi propia historia, sino porque los campos de concentración son la quintaesencia de lo que se vive día a día, de alguna manera. Esto creo que lo dijo Ionesco. La historia del siglo XX tiene un hito terrible –modelo para muchos otros momentos posteriores–, que es el asesinato en masa de millones de personas en aquella Guerra, con la complicidad y/o la indiferencia de otros millones. Primo Levi escribió que una vez entrada al lager, la humanidad ya no puede salir de él. Es imposible de entender, entonces no queda otra que rondar ese vacío, ese agujero negro, con la esperanza de no repetirlo.
–En otros versos decís “Contamos historias que no son verdaderas / y tampoco falsas: / son inciertas”, y justamente la incertidumbre es el disparador de esta antología. La incertidumbre es también lo más aterrador de cualquier crisis. ¿Cuál es la diferencia entre la incertidumbre de los relatos y la de una realidad?
–No sé si hay diferencias. A mí no me parece mala la incertidumbre. Es un motor, un disparador. Cuando hay una certeza, no hay más que decir. En todo caso en mi poema yo hablo de la incertidumbre de la historia personal de cada uno, construida con los relatos de los demás (me refiero a la infancia). Tiene que ver con la memoria y es inevitable. La incertidumbre en la realidad creo que depende de cada uno si la considera un motor para adelante o una fuerza centrífuga negativa.

Poesía ante la incertidumbre se ha publicado de manera simultánea en España, a través de Visor Libros (que es la edición que llegará a Buenos Aires de manera limitada); en Colombia por el sello Ícono; en El Salvador por DPI; en México, con edición de Círculo de Poesía, y en Nicaragua será lanzado por Leteo Ediciones.
Tras ser presentada la semana pasada en Granada (sur de España), la antología será mostrada oficialmente el próximo 2 de julio será mostrado al público en Bogotá, en lo que será su primer paso en Latinoamérica. Más tarde también se presentará dentro de las actividades del Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia), mientras que el 14 de julio, la poeta Claribel Alegría y el escritor Sergio Ramírez apadrinarán el proyecto en un acto de presentación que tendrá lugar en Managua, ciudad capital de Nicaragua. Y en agosto, el libro estará presente en la Feria del Libro Centroamericana, que se celebrará en El Salvador, con la participación de algunos de sus autores, que en septiembre también asistirán al encuentro Poetas del mundo latino, en México.
Crisis y poesía: caminos que se cruzan en un camino de palabras. No está de más una última pregunta ni es ociosa la respuesta de Ana Wajszczuk:
–En una de tus poesías también escribís que las palabras “si no las pronuncio me golpean”, “pero si les abro es el peligro / parecen doblarse sobre mí como juncos, y amenazan.” ¿En dónde reside el poder de la palabra?
-Creo que en la posibilidad de creación. Sin palabras que lo nombren, ¿qué existe?


Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.

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