martes, 4 de mayo de 2010

CINE - Buñuel y Cortázar

Después de La cifra impar pero antes de comenzar con Circe, Cortázar le cuenta a Manuel Antin que ha recibido la propuesta de Luis Buñuel para filmar el cuento Las ménades, incluido en el volúmen Final del Juego, como parte de una trilogía que también incluía Gradiva de Wilhelm Jensen y "Aura" de Carlos Fuentes. Declarado admirador de Buñuel, Cortázar lo menciona en diferentes momentos del epistolario. Dice: "La edad de oro (L`age d`or, 1930) me parece algo así como el libro del Génesis del cine". O dos horas después de haber visto El ángel exterminador escribe, casi en éxtasis, porque necesita compartir su emoción con el amigo cineasta: "Estoy de vuelta en casa y absolutamente todo me da vueltas […] y todo es increíblemente hermoso y atroz y entre rojo y mujer y una especie de locura total". Basta saber que la propuesta le llega poco después del estreno de esa película para imaginar la conmoción.
La enorme cantidad de puentes tendidos entre sus obras así permiten suponerlo. A pesar de haberse iniciado los contactos y de reunirse con el propio director en algún café de París (Cortázar le cuenta a Antín que pidió cuatro mil dólares por los derechos del cuento incluido en Final del juego, y que Buñuel le recomendó no aflojar en la negociación ni un centavo debajo de los tres mil), la película al fin no se realizó. Es posible imaginar el desencanto de un Cortázar dispuesto a todo con tal de alcanzar lo que desea: "Le dije que si los productores no me pagaban esa cantidad, que me parecía justa, yo le regalaba a él el cuento para que lo filmara gratis".

Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultural del diario El País de Montevideo.

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